El informe final sobre el Domingo Sangriento de Londonderry en 1972 acusa a varios soldados británicos de disparar "premeditadamente" contra civiles, según adelantó ayer el diario The Guardian. Catorce civiles murieron por los disparos de una unidad de paracaidistas británicos durante una marcha nacionalista en favor de los derechos civiles en Londonderry.