Estambul. Los tres españoles detenidos por Israel en el asalto a la flotilla de ayuda humanitaria a Gaza, llegarán esta tarde a Barcelona después de permanecer un día en Estambul, a donde llegaron en la madrugada de ayer jueves.
La camarógrafa catalana Laura Arau, de 30 años; el activista madrileño Manuel Tapial, de 35, y el periodista valenciano David Segarra, de 33, integraban la Flotilla de la Libertad, que fue atacada por Israel el pasado lunes y, en sus primeras declaraciones en el aerpuerto estambulí, denunciaron el maltrato recibido por las autoridades israelíes.
Los tres españoles se encuentran en buen estado de salud a pesar de recibir, según consideraron, un brutal trato por parte de las autoridades israelíes desde el momento de su captura a bordo del barco de bandera turca Mavi Marmara. Tapial, miembro de la ONG Cultura, Paz y Solidaridad Haydée Santamaría, aseguró haber sido interrogado durante tres horas por el Mossad, el servicio secreto israelí, y que durante sus tres días de cautiverio sólo le ofrecieron comida en una ocasión.
"Fuimos detenidos por comandos del Ejército que nos apuntaron a la cara con el láser de sus armas a pesar de que estábamos identificados como periodistas internacionales, nos encapucharon y nos robaron todo nuestro trabajo", se quejó Segarra, periodista de la televisión venezolana Tele Sur. "Pero (Israel) ha conseguido todo lo contrario, porque ahora todo el mundo ha visto cómo actúa", añadió.
"batalla campal" La catalana Laura Arau explicó que el retraso de varias horas en su llegada se debió a las presiones de las autoridades israelíes, ya que en un momento dado intentaron retener al presidente de la ONG turca IHH, Bülent Yildirim, lo que provocó una "batalla campal" entre los soldados israelíes y los turcos que supervisaban la repatriación.
"Al Gobierno español le pedimos que tome todas las medidas legales posibles contra Israel. Creemos que Ehud Barak (ministro de Defensa israelí) es el principal responsable de la operación y exigimos que se actúe contra él", solicitó Tapial. Además, Arau criticó que, aunque la actitud de las misiones diplomáticas españoles ha sido de ayuda tras la captura, antes de su partida no se hizo caso de sus peticiones de protección.
"Se ha vuelto a poner de manifiesto que Israel goza de total impunidad. Algún país se ha posicionado al respecto, pero ¿quién ha cortado sus relaciones con Israel? Turquía parece que lo va a hacer, ¿lo hará España?", se pregunta Arau que agradece el "caluroso trato" recibido de parte de la población turca.
"Los turcos son la gente más sincera que he conocido, gente que defiende su honor, y eso fue lo que hicimos todos en el barco: defender el honor de que la legalidad estaba de nuestra parte, pues viajábamos por aguas internacionales y con ayuda humanitaria", argumenta.
"Con uno de los muertos teníamos una relación bastante cercana porque nosotros estábamos entre los periodistas del barco y él se encargaba de los ordenadores y, además, era fotógrafo. A él lo asesinaron con un tiro en la cabeza mientras fotografiaba a los soldados israelíes", relató. "Contábamos con que Israel nos detuviese y nos llevase al puerto de Ashdod, pero no de la manera en que lo hizo", reconoce el madrileño, que tiene una herida en la cabeza provocada por un bomba de sonido que le golpeó.
David Tapial agradeció la ayuda del gobierno turco al afirmar que "sin ellos no hubiésemos podido salir de Israel". "También agradecemos la dignidad de un país capaz de romper las relaciones con Israel por este hecho. Todos nuestros gobiernos deberían tomar nota y no seguir firmando acuerdos con un país (Israel) que sigue haciendo cosas inaceptables", agregó. Ahora, según explicó Laura Arau, su plan es trabajar para intentar recuperar las imágenes y pruebas que muestren lo que consideran "barbarie" israelí.
"Israel intenta mostrar al mundo que puede actuar con total impunidad y a las ONG que trabajamos con los palestinos que no podremos actuar más. Pero nosotros volveremos a Gaza", aseguró el activista David Tapial. "Sólo puedo decir que lo que hemos vivido en un día, es lo que viven los palestinos todos los días", concluyó Arau.