EL presidente polaco, el conservador Lech Kaczynski, fallecido ayer en un accidente aéreo cuando se dirigía a una ceremonia en honor de las víctimas de Katyn (los miles de militares polacos que murieron a manos del Ejército soviético en el bosque de Katyn, cerca de la ciudad rusa de Smolensk en 1940).

Este acto suponía una superación del pasado con Rusia, ya que se había suavizado en los últimos tiempos su perfil de euroescético que sacudió a la Unión Europea.

Lech Kaczynski se convirtió en jefe del Estado en 2005, tras una fulgurante carrera en la que formó junto con su hermano gemelo, Jaroslaw, un tándem de gobierno en Polonia.

Kaczynski, de 60 años, perdió la vida al estrellarse el Tupolev 154 en que viajaba junto a su esposa María y una delegación polaca de alto rango en el aeropuerto ruso de Smolensk, desde el que el que debía desplazarse a las celebraciones en memoria de los soldados polacos masacrados por los servicios secretos soviéticos, en Katyn, 70 años atrás.

Kaczynski y el resto de los pasajeros perecieron al incendiarse el aparato cuando éste topó contra los árboles de los alrededores del aeródromo y finalmente tomó tierra en ese aeródromo.

Una fecha de alta simbología en las relaciones entre Varsovia y Moscú, con la que ayer quería darse un paso adelante hacia la superación del pasado.

Kaczynski se caracterizó por ser un político con mucha experiencia en la lucha por la democracia, pero pocas artes en lo que concierne a la democracia.

Lech Kaczynski había suavizado en los últimos tiempos su tono, desde que su hermano Jaroslaw dejó el cargo de primer ministro, en 2007, al ser derrotado por el liberal Donald Tusk.

Uno en la jefatura del Estado y el otro en el del Gobierno, se ganaron el apodo de azote de la UE, en el periodo en que ambos se repartieron la cúpula del poder en Polonia.

Su trayectoria política hizo que en Bruselas el presidente polaco fue conocido como el gemelo bueno, mientras el malo era su hermano Jaroslaw, considerado más radical.

distintos A Jaroslaw se le consideraba el auténtico artífice y versión más radical del partido Ley y Justicia (PiS) con el que Lech llegó a la presidencia en la segunda vuelta de las elecciones que se celebraron el 23 de noviembre de 2005, en las que se impuso sobre Rusk.

Kazcynski representaba la vía del "Estado fuerte", de tónica nacionalista, frente a un Tusk conciliador y europeísta.

Jaroslaw se había reservado por entonces la tarea de liderar el partido, mientras que Lech asumió la lucha por la presidencia.

Nacidos el 18 de junio en Varsovia, el tándem de los gemelos Lech y Jaroslaw debutó, antes que en política, en el cine, como "estrellas" del cine infantil, a los 12 años, como protagonistas del cuento Dos que robaron la luna.

La película, una narración sobre dos hermanos que deciden robar la luna, fue rodada en 1962 por el director Jan Batory y fue, durante muchos años, el film infantil de más éxito en Polonia.

trayectoria Entre ese episodio anecdótico y la llegada al poder hay una larga trayectoria. Lech empezó como miembro del Comité de Defensa de los Obreros (KOR) creado por el disidente comunista Jacek Kuron en 1976 para ayudar a los trabajadores expulsados de sus empresas por la dictadura tras las huelgas de Radom y Ursus.

KOR recaudaba fondos para pagar los abogados de los obreros encarcelados y ayudar a sus familias que se quedaron sin ingresos.

Cuando apareció el sindicato Solidaridad tras las grandes huelgas del verano de 1980, Lech Kaczynski se sumó a la protesta con gran energía y llegó a ser vicepresidente de la organización.

Tras la proclamación de la ley marcial por el general Wojciech Jaruzelski, Lech Kaczynski, como muchos miles de polacos, continuó la lucha por la democracia en la clandestinidad.

En 1989, cuando por orden de Jaruzelski los representantes del poder se sentaron a negociar la transición con los representantes de la oposición democrática, liderados por Lech Walesa, Kaczynski fue uno de los negociadores más activos en el capítulo relacionado con el restablecimiento de la legalidad del sindicato Solidaridad.

Ya en la democracia y tras el triunfo de Walesa en las elecciones presidenciales de 1990, Kaczynski ocupó la jefatura de la Oficina de Seguridad Nacional adjunta a la Presidencia. Más adelante, fue presidente de la Cámara Suprema de Control (Tribunal de Cuentas).

En 1999 fue nombrado ministro de Justicia por el entonces primer ministro, Jerzy Buzek. Dos años después fue elegido alcalde de Varsovia, cargo que utilizó como trampolín para alcanzar lo que era su principal objetivo, la Jefatura del Estado.

El ejercicio de la presidencia, y la desaparición de su gemelo de la vanguardia política, suavizó en los últimos tiempos su perfil respecto a la UE y a la vecina Alemania, salvo puntuales rifirrafes derivados de las nunca totalmente superadas diferencias históricas. Su fallecimiento provocó una oleada de condolencias por parte de dirigentes de todo el mundo.