vitoria. Los movimientos que la escena política vasca vive tras la celebración del Aberri Eguna siguen levantando ampollas entre los firmantes del pacto PP-PSE.
Después de las duras críticas que socialistas y populares dirigieron el lunes hacia lo que presentaron como un giro estratégico de la formación jeltzale, el consejero del Interior, Rodolfo Ares, le dedicó ayer una lectura nueva según la cuál el PNV busca "volver al pasado" llegando a acuerdos con la izquierda abertzale ahora ilegalizada similares a los que permitieron gobernar a Juan José Ibarretxe con el apoyo parlamentario de Euskal Herritarrok en tiempos de tregua.
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, Ares aseguró que el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, plasmó en su intervención en el Aberri Eguna que "busca la unidad con todos los abertzales, también con los radicales", lo que a su juicio prueba que "no aprende de los errores del pasado" y que "a los nacionalistas les gustaría seguir contando con el apoyo de quienes amparan la violencia.
mala resaca Sin embargo, mientras Ares daba por hecho que el PNV trata de abrazarse a la formación ilegalizada, Urkullu respondía acusando a quienes han hecho estas lecturas de no querer entender lo que realmente dice y de tirar de "un guión predeterminado" para criticar a esta formación, diga lo que diga en el Aberri Eguna. El presidente jeltzale admitió en su blog que es posible que no se explique bien año tras año y que alimente así estos equívocos. Pero también, dijo, es posible que algunos no le hayan "querido entender" un año tras otro otra cosa que la que mejor les sirva para arremeter contra el PNV. Y entonces se volvió a explicar.
Urkullu subrayó que lo que hizo fue un llamamiento a "volver a construir conjuntamente el futuro", y que lo hizo especialmente pensando en acercar posturas con Eusko Alkartasuna por cuanto eligió para hacer este discurso "el año en que se cumplen los 25 años de una escisión que abrió el camino para que hoy la estrategia de frente antinatura PP-PSE haya triunfado".
Por eso, denunció que hay quienes pasan una "resaca política" muy mala tras el Aberri Eguna, que les hace lanzar "cortinas de humo" con las que intentan confundir a la sociedad porque, en este caso, lo que el PNV hizo fue defender una suma de esfuerzos -"liderada por el PNV"- dirigida a "los que creen que Euskadi es una nación" como única alternativa a un pacto que gobierna "sin dirección, sin rumbo" y "desorientado".
Y mientras Urkullu matizaba, Tasio Erkizia histórico dirigente de la izquierda abertzale -ahora convertido en uno de los portavoces legales del sector ilegalizado-, también marcaba distancias con la formación jeltzale. Así, en una entrevista concedida a Info7 Irratia, Erkizia quiso dejar claro que, si bien la izquierda abertzale en nombre de la que él habla tiene "las manos abiertas" a contar con el PNV en el trabajo conjunto, la unidad de acción no se logra "predicando" sino "siendo capaces de plantear, de manera unitaria y amplia, actos concretos". En este sentido, subrayó que es hora de "ponerse manos a la obra" para unir en la práctica las fuerzas abertzales según "unos mínimos democráticos".
acordar y confrontar Ante todos estos debates, el coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, medió desde los micrófonos de Herri Irratia-Loyola Media para puntualizar que las fuerzas abertzales deben ponerse de acuerdo "en lo que coinciden" y hacer "una confrontación ideológica y política" en los asuntos en los que son "antagonistas". Un debate que, como todos los que deben compartir "no sólo los abertzales sino todos los demócratas", se hará de una forma más normal "una vez que se supere el uso de la violencia".