BILBAO. En un artículo escrito en su blog, recogido por Europa Press, Urkullu calificó hoy de "incomprensible" y "sorprendente" la resolución del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) por la que se rechazó la admisión a trámite del recurso presentado por el PNV contra la sentencia del Tribunal Constitucional por la que anulaba la consulta en Euskadi. Además, afirmó que éste debió acumular las demandas de su partido, de EA y de Aralar, y "dar respuesta" a lo planteado sobre el derecho a decidir y la consulta.

El líder jeltzale mostró su "sorpresa y estupefacción" porque el Tribunal europeo "zanja de forma incomprensiblemente simplista" la demanda de su partido. "Luego, hemos sabido que también han corrido la misma suerte los recursos planteados por otras formaciones políticas", en alusión a las de Eusko Alkartasuna y Aralar.

A su juicio, la resolución judicial es "incomprensible en las formas, desde el momento en que, en relación a las otras acciones planteadas ante el propio Tribunal Europeo por Aralar y por EA, no se ha optado desde el Tribunal por la acumulación de asuntos, que hubiera resultado razonable, para haber aportado, así, una respuesta coordinada y unitaria a las diversas cuestiones planteadas en torno al debate troncal del derecho a decidir y de la naturaleza de la consulta propuesta en la ley aprobada por el Parlamento Vasco".

Asimismo, señaló que "otra nota sorprendente" es que lo ha resuelto "un juez único" y apuntó que "es la primera vez que esta circunstancia se produce tras la entrada en vigor del Protocolo 14 del Convenio".

A su juicio, se trata de "algo sólo explicable si se tiene en cuenta que el Estado demandado (España) aceptó expresamente esta posibilidad antes, incluso, de que la reforma del Convenio entrase en vigor".

"Y el juez único, tras 'deliberar', decide cortar de raíz toda interrogante. Es, por cierto -otro dato llamativo-, un juez holandés, perteneciente, por tanto, a un Estado alejado del carácter complejo en la distribución territorial del poder político que caracteriza al Estado español. Lo habitual suele ser proceder a la selección de un tribunal integrado por jueces adscritos a estados cuya cultura jurídico-constitucional se aproxime a la del Estado demandado", subrayó.

No obstante, cree que la resolución judicial es "aún más sorprendente en el fondo" porque "no contesta ni rebate lo planteado en la demanda interpuesta" por el PNV, "pero es que ni tan siquiera motiva su decisión". "Por el contrario, pone en boca de los demandantes algo que no está en una sola línea de la demanda", manifestó.

Según aseguró, el juez encuentra "la argumentación necesaria para quitarse de en medio", al apuntar que "el Estado no tiene obligación de organizar referéndums, y que ya existe -frente a esa inexistente obligación y que de hecho nadie planteó ante el Tribunal Europeo- un constitucionalizado 'derecho al voto'". "Inadmite así el recurso, con la excusa o argumento de un dato o una petición inexistente en la demanda", añadió.

"TONO BRONCO Y CORTANTE"

Para Iñigo Urkullu, "el tono bronco y casi cortante del escueto documento judicial se completa con alguna 'perla'". "Subraya que la decisión es definitiva, que no cabe recurso alguno, que no se contestará a petición de aclaraciones o precisiones sobre las 'deliberaciones del juez único'", y se preguntó "si puede haber verdaderas deliberaciones de órganos unipersonales".

También destacó que el magistrado precisa que "no se responderá a las cartas o escritos que eventualmente se le envíen en relación a la decisión adoptada, que no se recibirá ningún otro documento vinculado al caso y, finalmente, y para que no haya lugar a dudas del deseo por parte del Tribunal de pasar página definitiva sobre el debate propuesto por los recurrentes, advierte que todo el dossier o expediente será destruido en el plazo de un año a contar desde la fecha de la decisión".

"Es frustrante, como lo fue la decisión del Tribunal Constitucional, que machacó jurídicamente el debate, exponiendo su fundamentación técnica mediante el recurso, sin rubor alguno, a argumentos de corte político: 'el único pueblo soberano es el español, representado por las Cortes Generales'", dijo.

Urkullu recordó que "el segundo argumento consistió en estimar que la propuesta reivindicativa del derecho a decidir 'afecta al orden constituido y al fundamento mismo del orden Constitucional', mientras que el tercero reiteró "expresamente la inexistencia del pueblo vasco como sujeto político y, por tres veces, reafirmó la voluntad soberana de la Nación española, única e indivisible, titular único de la soberanía".

"Frente a una y otra decisión, y desde el reconocimiento de la pluralidad de la sociedad vasca como valor a preservar y promover, proponemos que el derecho a decidir debe entenderse desde una perspectiva de bilateralidad asimétrica entre el Estado y Euskadi. Y, también, desde la necesaria confianza recíproca, ahora inexistente, desde la lealtad y el respeto mutuo", afirmó.

El máximo representante del PNV manifestó que "la razón última de esta reivindicación política no es buscar, como morbosamente se subraya en numerosos medios, un choque de soberanías, ni es un atajo hacia la independencia: responde a una adecuación del concepto de soberanía a la realidad social y política del siglo XXI, y que resuelva nuestra inserción como nación dentro de un Estado organizado políticamente mediante una diferencialidad que no responde a la verdadera cultura política de los sucesivos gobiernos sobrevenidos desde 1978". En su opinión, quizá, ante el recurso, al juez holandés "se le pasó por la cabeza" la cita bíblica de 'El Huerto de los Olivos': "Padre, si es posible, aparta de mí este cáliz".