BILBAO. El magistrado de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) Manuel Díaz de Rábago no se presentará, de nuevo, a la elección del presidente del alto tribunal vasco tras el bloqueo que se ha producido en las dos anteriores ocasiones. El juez aseguró que no está dispuesto a "colaborar en una práctica perversa en que lo único que importante es el pacto entre vocales".

En una entrevista concedida a la revista jurídica de internet 'Res Pública', preguntado Díaz de Rábago por qué opina sobre el caso Egunkaria, señaló: 'ETA y el modo en que el Estado le da respuesta, provocan en mí, en estos últimos años, cierta incertidumbre sobre qué puede sucederme primero, que ETA me asesine o que el Estado me acuse de formar parte de sus estructuras'. En su opinió, ha habido "un desvarío de ambos en el logro de sus objetivos, bajo la perversa regla de que 'todo vale'".

El magistrado de la Sala de lo Social consideró que el CGPJ "ha descalificado" para el puesto de presidente del TSJPV, tanto a Fernando Ruiz Piñeiro, candidato de la APM, que ocupa el cargo en funciones, y al resto de los que han concursado a la presidencia del TSJPV.

Antes de que se convoque a concurso por tercera vez la plaza, tras el bloqueo que se dio en las dos anteriores ocasiones, Manuel Díaz de Rábago, de Jueces para la Democracia (JpD), anunció que no presentará su candidatura, y censuró el sistema de elección de los vocales del CGPJ.

El juez fue el más votado por los progresistas en el segundo proceso de designación por el CGPJ, aunque quedó empate con Ruiz Piñeiro, "una vez roto el pacto que se decía que se había alcanzado para designar a Jaime Tapia", magistrado de la Audiencia provincial de Alava, también asociado a JpD.

Díaz de Rábago precisó que nunca tuvo "interés personal" en ocupar la vacante y se presentó porque se lo pidieron "dos de los tres vocales del CGPJ para el País Vasco, pensando que podía lograr un consenso del que yo mismo dudaba".

"Por coherencia con lo resuelto, si la plaza ha quedado desierta es porque, a juicio del CGPJ, ninguno lo merecíamos, sin que haya razones objetivas sobrevenidas para que, en el siguiente concurso, pueda cambiarse de parecer, no estoy dispuesto a colaborar en una práctica perversa en que lo único que importa es el pacto entre vocales", manifestó.

"MINAR LA INDEPENDENCIA JUDICIAL"

A su juicio, "todo puesto de la carrera judicial debería resolverse conforme a un criterio reglado, sin margen de discrecionalidad alguna, ya que ésta, unida al modo de designación de los vocales del CGPJ, constituyen el elemento principal de influencia del poder político en la Administración de Justicia, minándola poco a poco en su independencia, retroalimentándose".

"Todos los puestos importantes de la carrera judicial dependen del poder político por intermedio del CGPJ, luego habrá que hacer méritos para lograr su beneficio", señaló.

Tras señalar que él no entra en el juego de sectores conservadores o progresistas, dijo que, en la entrevista con el CGPJ, lo primero que ofreció fue que, si le nombraban presidente del TSJPV, "al día siguiente" se daba de baja en JpD "porque quería ser el presidente de todos y, para ello, lo primero que estimaba necesario era dar una imagen en tal sentido".

"Ahora desvelo que, de haberme elegido, habría pedido a los tres Vocales del CGPJ para el País Vasco que me hubieran presentado. Me produce enorme tristeza el funcionamiento del CGPJ por 'bloques' y el interés mediático y político por cultivar esa imagen con ellos o con cualquier magistrado", indicó.

Preguntado por "cómo valora la sentencia del Supremo sobre el denominado caso Ibarretxe", afirmó que no puede opinar sobre ella porque no la he leído "y aún no es descartable que tenga que presidir el juicio, si es que se acudiese al Tribunal Constitucional y éste amparase a los querellantes".