BILBAO. El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, defendió hoy que los obispos vascos no son "rebeldes", sino "consecuentes con la realidad de una comunidad diferenciada", y consideró que la Iglesia católica española está "gobernada por unos jerarcas con la tentación de influir en la política vasca" mediante los nombramientos, en referencia a la polémica surgida en torno a la designación de José Ignacio Munilla como obispo de San Sebastián.
A su juicio, "detrás de los movimientos que hay provenientes de la jerarquía de la Iglesia católica del Estado español hay una ideología conservadora, que puede estar pensando en un tipo de sociedad que no es la del siglo XXI, sino en una anterior".
"Sin ánimo de entrar en una polémica de la política y la religión, yo tengo que hacer ver a la ciudadanía que han sido la propia Iglesia católica y la jerarquía de la Iglesia católica en el Estado español las que se han entrometido en el ejercicio de la política, la que ha criticado al nacionalismo y la que ha reivindicado la unidad de España", apuntó en declaraciones a Europa Press.
Además, manifestó que "la propia jerarquía de la Iglesia católica tiene medios de comunicación social que han hecho, desde sus altavoces, una campaña permanente en lo que es la opción política". "No creo que vamos muy desencaminados cuando pensamos que la Iglesia católica en el Estado español está gobernada por unos jerarcas que tiene una tentación de influir en la política. Y eso se resume también en lo que puedan ser los nombramientos para la Iglesia vasca", afirmó.
En su opinión, los obispos vascos no son "rebeldes", sino "consecuentes con la realidad social, con la realidad cultural y con la realidad histórica de una comunidad diferenciada, como es la vasca".
"Creo que la Iglesia católica vasca, en los últimos 30 ó 40 años, se ha significado por ser una Iglesia absolutamente leal y coherente con el Concilio Vaticano segundo, de ser una iglesia pegada a ras de suelo, que aborde la realidad social, desde su concepción cultural, histórica, y eso alguien lo quiere identificar con política", aseveró.
El líder del PNV apuntó que, "en estos momentos, se está queriendo confundir haciendo ver que, detrás de todo esto, hay un planteamiento político", que él rechazó, e invitó a los feligreses a analizar "si la Iglesia católica en el Estado español sigue los postulados del Concilio Vaticano segundo y es una iglesia apegada a la realidad social o que cada vez se distancia más".
Tras insistir en que un obispo debe "entender las raíces y la identidad vascas", lamentó que se cuestione "el compromiso de la Iglesia vasca" en relación con la violencia, cuando "es incuestionable".
"Como creyente, estoy absolutamente capacitado para decir que la Iglesia católica vasca siempre ha estado en contra del terrorismo, siempre se ha manifestado por buscar caminos para la paz y siempre ha tenido en cuenta cuál es la situación de las víctimas del terrorismo", aseveró.
TERRORISMO
Además, se refirió al tiempo que se vive de "no atentados por parte de ETA y, supuestamente, de no práctica del terror", aunque también de "no alto el fuego". Por ello, señaló que hablar de que puede haber un incipiente proceso de paz o un proceso en el que la izquierda condene la violencia "es entrar en conjeturas".
"A mí lo que me preocupa realmente es que ETA no ha anunciado el alto el fuego definitivo, para siempre. Y lo que me preocupa también es que todo ese mundo ande jugando con el tiempo cuando es tan fácil como decirle a ETA: 'tú no tienes por qué influir en política y no tiene sentido la violencia con una supuesta justificación política'", señaló.
Por ello, consideró que no existen diferencias en esta reflexión que realiza la izquierda abertzale con otras que no han llevado al fin de la violencia. "La única diferencia que le veo es que cada vez va pasando más el tiempo para todos y para ese mundo que no ha conseguido nada en política", aseveró.
A su juicio, "movimientos ha habido siempre" sin éxito "y también las personas de ese mundo se mirarán al espejo y dirán: 'va pasando el tiempo, me van saliendo arrugas y esto no hay forma de recomponerlo'", manifestó.
Por ello, dijo que "ante la realidad de la existencia de esta tragedia, que es ETA, lo único que cabe es que ETA anuncie el cese definitivo de su actividad violenta".
"Y que ese mundo que vive bajo la tutela de una organización político-militar es quien tiene que sacarse sus castañas del fuego. No pueden esperar a que los demás se las saquen. Si quiere hacer política, ya sabe lo que tiene que hacer. Y tiene que ser también consciente de que su no presencia en política está coadyuvando a otras fórmulas, como la alianza entre el PSE y el PP", reiteró.
CONTINUIDAD DEL TERROR
Iñigo Urkullu afirmó que, cuando todavía se mantiene "la práctica del terror" porque éste no sólo se circunscribe a los atentados, sino también a los "sabotajes, artefactos que no tienen como objetivos los seres humanos, pero sí materiales".
"Cuando hablamos de la amenaza, del chantaje, de la extorsión, hablamos de la situación en la que viven las personas amenazadas, no como objetivos potenciales de un atentado, sino las personas amenazadas por el chantaje, la extorsión y la coacción. El terror es todo eso y, por supuesto, que todavía se mantiene", dijo.
Por ello, afirmó que a él no le "seduce una situación de no atentados" y no le ciega "la reflexión" que debe hacer, desde el plano político, "de intentar que termine definitivamente la interpretación de que sólo con el cese de los atentados es suficiente". "No, cuando hablo del fin de la práctica del terror es de todo lo que se cobija bajo la práctica del terror", apuntó.