Vitoria. El europarlamentario socialista Ramón Jáuregui abogó ayer por que no se "desprecien" los recientes movimientos que aprecia en la izquierda abertzale para acabar con la espiral de violencia en Euskadi, una visión que contradice la valoración explicitada por sus compañeros de partido en el País Vasco-el lehendakari, Patxi López, entre ellos-, quienes limitan la apuesta por las vías exclusivamente políticas y "sin injerencias" externas a un mero "brindis al sol".

Jáuregui une así a su distanciamiento físico con Euskadi, dada su condición de diputado en el Parlamento Europeo, la brecha interpretativa respecto a la lectura que los socialistas realizaron de la declaración de Alsasua, en la que se proponía la apertura de un nuevo proceso en ausencia de violencia, pero en el que en ningún momento se hizo mención expresa a ETA.

Este punto es, precisamente, el que echa en falta el ex secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, por lo que en su intervención de ayer en los micrófonos de Radio Euskadi demandó que los movimientos efectuados por la izquierda abertzale estén acompañados de la petición expresa a la banda terrorista para que ponga fin a sus acciones.

A la espera de que llegue este emplazamiento, Jáuregui consideró que los movimientos percibidos en el entorno abertzale son "intuitivos" de que "ese mundo quiere que acabe la violencia", pero todavía "no lo hace con la suficiente claridad y valentía". Muy lejos de esta versión situó el consejero de Interior, Rodolfo Ares, su lectura de los hechos tras el encuentro de Alsasua. Una reunión de la que el dirigente del PSE sólo extrajo un intento de Batasuna por esquivar su ilegalización. Es más, Ares demandó a los demás partidos del escenario político vasco que fuesen muy exigentes" en sus requerimientos hacia la izquierda abertzale ilegalizada y que no cayesen en lo que tachó de nueva trampa.

Por otro lado, ante la presidencia española de la UE a partir del 1 de enero, Jáuregui indicó que lo primero que debe hacer España es "poner en marcha el mecanismo institucional y echar a andar la Europa de 2010 con ese nuevo traje que tiene, con esa nueva arquitectura constitucional e institucional". Asimismo, cree que se deberá continuar con la estrategia de "salida de la crisis" porque es "el gran tema".