madrid. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer haber leído "con mucho interés" el editorial conjunto que publicó la prensa catalana en apoyo del Estatut, una opinión sobre la que se limitó a decir que "respeta" la libertad de expresión. Zapatero hizo estas breves declaraciones a los periodistas al salir del Pleno del Congreso. Justo antes de entrar al hemiciclo para asistir al debate y votación de la Ley del Aborto y al ser preguntado si compartía las cuestiones que se plantean en el editorial, sólo respondió que siente por él "mucho respeto".

Eso sí, desde el Gobierno se invocó la necesidad de no cuestionar los dictámenes del Tribunal Constitucional y de "dejarle trabajar". Lo hizo el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, quien defendió que el TC tiene "plena legitimidad" para decidir sobre el Estatut de Cataluña y defendió que ahora "no es momento" de hablar de "los cambios de las circunstancias" de la institución. Se refería así al hecho de que cuatro de los diez magistrados que han de decidir sobre el futuro de la norma estatutaria aprobada por los catalanes, ocupen sus asientos de forma interina al haber expirado ya su mandato pero sin que hayan sido sustituidos por falta de un acuerdo político entre el PSOE y el PP. En opinión del titular de Justicia, ahora "no es el momento" de abordar esta cuestión, aunque aseguró que la "voluntad" del Gobierno es que se resuelva esa situación cuanto antes. Por su parte la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, apoyada por el PSOE reconoció que los apoyos al Estatut "siempre son bienvenidos", aunque insistió en la necesidad de "dejar trabajar" al Tribunal Constitucional. La postura de la derecha fue, sin embargo mucho más beligerante. Así, aunque el presidente del PP, Mariano Rajoy, declinó entrar al fondo de la cuestión y se limitó a decir que "cada uno puede opinar lo que quiera", desde su partido sí hubo reacciones furibundas. La presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, afirmó que Zapatero, es "el que nos ha metido en este lío del Estatut", y criticó a quienes "digan ahora que el Tribunal Constitucional español no está legitimado para juzgar la constitucionalidad de las leyes". En su opinión esa es "una postura muy interesante, muy novedosa, pero en este momento en España es antijurídica" y por ello, añadió, "el que la defienda, tendrá que argumentarla". Esteban González Pons, vicesecretario de comunicación, dijo por su parte que le produce "inquietud" la iniciativa de doce diarios catalanes echó de menos "algo más de pluralidad" porque "tanta unanimidad" es "extraña" y "sospechosa". Finalmente la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, considera "absolutamente intolerable" que se presione al Tribunal Constitucional desde el ámbito político "o desde cualquier otro punto de vista o estamento".