a duda está en cuál debería ser el día, si el 14 de marzo conmemorando el anuncio del estado de alarma o el 16, es decir, cuando el confinamiento fue efectivo. Pero más allá de ese detalle, el grueso de los viejillos de nuestro amado templo del cortado mañanero se ha unido para iniciar una recogida de firmas que dirigir al gobierno que sea para declarar una de esas dos jornadas como el Día Internacional del Papel Higiénico. Es más, se propone que sea festivo, que se cree un himno e incluso que se instalen esculturas conmemorativas en todas las localidades. No es que los venerables se hayan vuelto locos del todo, que tampoco sería descartable. Pero esta temporada de aniversario, de recuerdos, de mirada al tiempo pasado, a más de uno le supone también traer a primer plano los miedos propios y ajenos, las ausencias que ya son irrecuperables, las despedidas que no se pudieron hacer y toda una serie de sentimientos y emociones que la parroquia se ha conjurado en combatir como solo se hace en este bar, es decir, a base de burradas, choteo y mala leche. Así que ya se ha colocado en la barra un formulario que bajo el epígrafe de ¡Viva el papel higiénico! pide la firma de los parroquianos. Al fin y al cabo, hace un año a todos nos unió su desaparición.