a surfista de Donosti, la vacuna que llega pero no llega, Fernando Simón y su colección de mascarillas, el parte de Irekia, los colegios que cierran y los que no, los negacionistas de Berlín, Miguel Bosé, los ERTE. Que si los niños contagian mucho o contagian poco, que si quedo con los amigos o no quedo, uno que se curó pero luego le salió un trombo y se quedó en el sitio, el teletrabajo, el de Hong Kong que se ha contagiado dos veces, el milagro sueco, el milagro portugués, el milagro asturiano. PCR para parir, PCR para operarse de la rodilla, PCR por potear. El Tour en septiembre, extraescolares sí o extraescolares no, el radar covid, la Diada sin gente, las mejores fundas para guardar tus mascarillas cuando estás en la calle, conciliar en tiempos de pandemia, resiliencia en tiempos de pandemia. La culpa es de Pedro Sánchez, de Urkullu, de Ayuso, de los chinos, de las farmacéuticas, de la gente, que es muy irresponsable. Es un castigo de Dios por pecar sin freno, es la Madre Naturaleza que nos repudia porque echamos mucho humo a la atmósfera, es el azar, el calendario maya, Nostradamus... Quizá haya llegado el momento de parar, limpiar el disco duro y centrarnos en las tres reglas que conocemos desde principios de marzo, si es que queremos conservar la cordura.