l duro contexto de crisis que nos rodea coloca el valor de la formación en el primer plano de nuestras preocupaciones. Y más que nunca es necesaria una universidad pública potente, firme y consciente como institución del reto que representa atender al objetivo prioritario de formar a nuestros jóvenes para civilizar colectivamente el futuro, el de ellos y el de nuestra sociedad. Los valores de entrega, de dedicación, de motivación, de búsqueda de la calidad y de la eficiencia han de inspirar nuestra actuación como universitarios. La UPV/EHU asume estos retos, lleva ya mucho tiempo trabajando con pautas de ilusión, de excelencia y de servicio social.

El 26 de este mes de noviembre todos los estamentos que integramos la UPV/EHU estamos llamados a participar de forma activa en las elecciones para el nombramiento de la persona y del equipo que continúe esa labor de construcción de nuestro futuro. Concurre una sola candidatura, encabezada por Eva Ferreira y que se presenta con el respaldo de un equipo que, como ella, acumula amplia experiencia en la gestión universitaria. Esta circunstancia, que imposibilita confrontar proyectos alternativos muestra en gran parte la sensación de una institución estabilizada y no debe impedir que se abra un debate constructivo acerca del modelo de universidad que necesitamos y de cómo avanzar hacia la excelencia desde el cumplimiento de nuestra función social como Universidad pública.

La UPV/EHU ha modernizado su estructura, ha adaptado su oferta a las nuevas exigencias europeas, sin perder su identidad, ha euskaldunizado su oferta, garantiza la formación en idiomas, aporta todas las nuevas herramientas metodológicas de aprendizaje a sus estudiantes, internacionaliza su oferta formativa y refuerza su apuesta por la calidad, entendida como asunción de la enorme responsabilidad social que conlleva formar a nuestros jóvenes, más aún en tiempos de crisis.

Estas semanas previas a la jornada electoral del día 26 transcurren en un contexto social complejo, difícil, derivado de la pandemia; sin embargo, la vida universitaria se mantiene, la actividad docente, investigadora redobla esfuerzos para seguir adelante y el apoyo del PAS está siendo fundamental y encomiable. La llamada a participar en el dialogo acerca de los retos que tenemos por delante, por un lado, y por otro a votar, bien anticipadamente (ya es posible, desde el día 9 y hasta el 23) o bien el propio día de la jornada electoral no es retórica, ya que ha de ser prueba de nuestro dinamismo como institución clave dentro del sistema universitario vasco.

Eva Ferreira y su equipo afrontan con responsabilidad e ilusión los muchos retos abiertos en la UPV/EHU y, dentro de ella, los específicos de cada titulación: avanzamos, movilizamos una gran universidad haciendo compatible nuestra dimensión con el deseo de aportar calidad y cercanía a nuestros alumnos.

Antes como antiguo estudiante y ahora como profesor integrante de nuestra UPV/EHU y como padre confío en ella y en la titánica labor de cambio, de adaptación a las nuevas circunstancias, de trabajo profesional y meticuloso del todavía actual equipo rectoral y del propio grupo humano de la nueva candidata a rectora. Casi siempre lo público se vende poco y mal en la sociedad. En tiempos de crisis, más que nunca, hay que reivindicar el papel de quienes trabajan para que el futuro exista, no se quede en un negro nubarrón pesimista.

Tras esta crisis pandémica no puede ni va a haber una generación perdida. El trabajo diario de los profesionales de la docencia, de la investigación, de la gestión y de la administración de nuestra UPV/EHU está orientado a ese objetivo prioritario y merecen el reconocimiento, el apoyo social y la confianza en que su trabajo siga dando frutos que eleven más si cabe el nivel formativo y profesional de nuestros jóvenes.

Esta dura crisis suscita muchos interrogantes en la sociedad: hay quién se plantea, desde el desánimo social, si realmente sirve para algo formarse a nivel superior. Pese a todo hay que enviar un mensaje de ánimo, de motivación, de ilusión a quienes están incursos en esa andadura vital que supone la formación superior. Es la llave para lograr un empleo estable y digno. No es ninguna varita mágica, pero sin duda ayuda, y mucho, frente a quienes carecen de tal formación.

Y la UPV/EHU está hoy día mejor preparada que nunca, a lo largo de sus años de existencia, para asumir, aceptar y hacer realidad ese reto educativo superior.