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La oposición a Núñez Feijóo

La estrategia del PP a la hora de trasladar un único discurso se topa con la figura de la presidenta de la Comunidad de Madrid, al parecer, un verso libre en el partido

La oposición a Núñez FeijóoEP

Es paradójico para ojos de un profano. Me refiero a la oposición que recibe el líder de la oposición en las Cortes, Alberto Núñez Feijóo, desde su propio partido. Hasta la fecha, había entendido aquello de que Líbreme Dios de mis amigos, que de mis enemigos me cuido solo como algo inherente y en exclusiva de las relaciones de corte personal. Pero, visto lo visto y oído lo oído, la citada máxima de la sabiduría tradicional le viene como anillo al dedo al líder popular. Sobre todo, para explicar el empeño de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por presentarse como la segunda cabeza de una bicefalia de facto, aunque inexistente en lo formal, al frente de la formación. 

De cara a la sociedad, parece haber dos líderes, cada uno, con su agenda (a veces incompatible con la de su compañero), con su discurso y sus propios intereses. Si uno presenta su plan estrella para regular la inmigración -Núñez Feijóo había convocado a la prensa nacional en Barcelona para tal fin-, la otra contraprograma a la misma hora -sin convocar, en una aparición inesperada, pero preparada al detalle- para atacar a Pedro Sánchez con el tema del aborto, cuestión que ha puesto al PP en su conjunto en un brete con consecuencias políticas, ideológicas y electorales difíciles de cuantificar de momento.


Blindaje constitucional

  • Aborto. La cuestión parece imposible, al menos, de momento. El blindaje del derecho al aborto no va a lograr el consenso necesario para aparecer como tal en la Constitución, porque el reparto de escaños en el Congreso hace inviable esa opción. Y, sin embargo, el Ejecutivo central ha colocado esa línea estratégica en su discurso para lo que resta de legislatura aprovechando las diferentes voces que han surgido en el Partido Popular -la oficial y la de Díaz Ayuso-, enmarañado en su propia indefinición al respecto. A los ideólogos de Génova les tiene que salir humo de la cabeza.

Lo de hacer la cama al líder popular no es una cuestión de nuevo cuño. No obstante, he de reconocer que en un principio, las disfunciones a la hora de trasladar un único mensaje a la sociedad como contrapunto al Gobierno de coalición en el poder esta legislatura se entendían como falta de rodaje del partido conservador tras la llegada de su actual presidente desde Galicia. Ahora bien, con el paso de los meses y de las cuestiones suscitadas en ese tiempo, las casualidades hace tiempo que dejaron de ser entendidas como tales.

Alberto Núñez Feijóo tiene su principal rival político en su propio partido. No es el primero al que le pasa en esa formación -Pablo Casado ya cayó al intentar rebajar a la citada- y, tiene pinta de que salvo que la madrileña ascienda a la cima que pretende, no será el último.