Estrenamos el año 2025. Y en este estreno esperanzador escribo estas líneas sin pretender zaherir a conocidos y amigos. Los tengo de muchos colores políticos, y me jacto de ello. Siempre he valorado la persona por encima de los colores. Hay buenas personas en todas las formaciones. Creo en los puentes, personales, colectivos e ideológicos.
Dicho esto, ha solido manifestar Pello Otxandiano que “la política tiene una alternativa que es capaz de poner en marcha a este País al ritmo de sus posibilidades (...) Una alternativa que ofrece un horizonte de esperanza en este nuevo ciclo político”. Es más antes de comenzar las negociaciones presupuestarias en la CAE y desde EH Bildu se lanzó al aire la posibilidad de alcanzar un pacto global que armonizara las políticas en toda la CAE, pero finalmente EH Bildu, que era la única formación que no se había borrado de las negociaciones presupuestarias rechazó la última oferta del consejero D’Anjou, y así el Gobierno Vasco ha aprobado sus cuentas con los votos de la mayoría absoluta PNV-PSE. EH Bildu, estimo estaba a otros cálculos. Legítimos, si, pero que no casan del todo con declaraciones públicas de apostar por acuerdos de País.
Me repito, no soy de los que cree en trincheras, al contrario lo hago en la zubigintza, en el arte de construir puentes. Y no quiero dar clases de nada a nadie, no soy el más adecuado, pero apuesto por la evolución personal y política. Sé lo que es evolucionar, lo he intentado con humildad. Siempre he dicho, hasta la saciedad, que Euskadi es una nación que tiene derecho a tener su lugar en Europa. Creo en la negociación, en el no impedir y en el no imponer, en el derecho a decidir y en su concreción pactada, en la bilateralidad. Apuesta doble, por un lado, pactar un Nuevo Estatus para la CAE basado en el reconocimiento nacional y por otro, el blindaje del Amejoramiento de la Navarra Foral. Un doble acuerdo que garantice la bilateralidad política que contiene el Concierto Económico y el Convenio Navarro en relación con el Estado. Y el reforzamiento de la Mancomunidad de Iparralde.
Y por eso, sinceramente lo digo, me alegro por las nuevas actitudes de EH Bildu en sintonía con estas querencias. Quiero creer que se va en serio, sería bueno para los que creemos en la nación vasca y su futuro. Por mi parte creo en la Euskadi de los siete territorios como nación en Europa, en su soberanía y en su identidad. Creo por lo tanto en la existencia del Pueblo Vasco y en su derecho a existir. Quiero demasiado a Euskadi, a la Euskal Herria del zazpiak bat, como para levantar trincheras entre nosotros. Apuesto por ello por los proyectos colectivos de País, por la zubigintza, en tender puentes, en el futuro compartido, transversal e ilusionante.
De ahí mi ongi etorri al realismo político posible. Constato que el devenir de la historia siempre pone a cada uno en su lugar, tanto a unos como a otros. Pero no creo en el adanismo político de quienes creen haber descubierto por fin y por sí solos “lo correcto”. Estimo que se debería aceptar con naturalidad que eso que creen que han descubierto como correcto, justo y necesario tenía muchos años de vida y de esforzada política anterior, sin olvidar que fue denostada y combatida, por tierra mar y aire precisamente por ellos mismos. No tengo, pues, en estima el adanismo: antes no/ahora sí, tú no/yo sí, antes tú no/ahora yo sí.
De todas maneras, ongi etorri a entender que negociar no es claudicar, ni debilidad y abandono de principios. A veces rectificar es de sabios. Creo en el coraje personal y en la audacia política de evolucionar, rectificar y cambiar. Y lo hago con modestia. Pero habrá que reconocer que algunos/as que repartían impasible y compulsivamente certificados de auténticos abertzales abandonan precipitadamente su propio callejón sin salida apostando por una nueva e incluso desconcertante estrategia en relación con el debate del modelo territorial del Estado español: y así la propuesta de Pello Otxandiano hablando de negociar un Estado federal dentro de la Constitución misma y manifestando que el nuevo ciclo político tiene ímpetu renovado, imparable y que responde a nuevas necesidades.
Otra cuestión y no menos importante desde al menos mi punto de vista, entiendo que hay en nuestra historia más o menos reciente páginas a leer de principio a fin antes de ser pasadas definitivamente. Convencido estoy que la convivencia en este país a futuro hay que construirlo y con radical sinceridad desde las bases de la memoria, la justicia y la reparación. Y no del olvido. Ciertamente alguien ha decidido que del pasado cuasi reciente mejor no hablar, no se debe ni existe, fue ciclo político periclitado y ya superado, del cual no procede hablar. Y quien osa hacerlo corre riesgo de ser tachado de corto de miras y de intentar política y vengativamente meter el dedo en el ojo del otro. Y así, desde el púlpito del oráculo de la verdad única se proclama que lo que único que procede es ponerse las luces largas y las gafas a futuro sin mencionar ningún pasado. Y así se niega y desprecia en la práctica que un vehículo que ruede hacia su destino lleve dos retrovisores, amén del espejo interior. Y se decide pasar página sin leer la anterior. Lo de la memoria no procede, su necesidad es ajena. Sería, creo, muy saludable y bienvenida una sincera lectura crítica del muy trágico pasado reciente. Y así me acuerdo, y lloro, entre otros muchos, entre otros muchos sí, ciertamente, por los 15 ertzainas asesinados por la sinrazón, la idiotez histórica y la imbecilidad sectaria y fanática. Reconocimiento a todas las víctimas sin poner foco alguno en color alguno.
EH Bildu ha venido a la senda de EAJ-PNV. Objetivo y constatable. Serenamente, sin acaloramiento que nuble vistas. Y así se pasa raudo de la unilateralidad a la bilateralidad intuyendo que lo mejor suele ser a menudo enemigo de lo bueno, descartado el todo o la nada. Es pasado aquello de “Amnistia ez da negoziatzen”, “Ikurriña bai, española ez”, “PNV español” u otras expresiones hasta hace poco catecismo. Al contrario se habla de autogobierno preocupados por sus inherentes instrumentos liderados por cierto por EAJ-PNV durante 45 años. Es el propio Pello Otxandiano en Gara el 23 de diciembre pasado quien habla del “reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado que quiere decir “que en el Estado hay naciones y la descentralización del Estado tiene que tener algún reflejo en ello. El Concierto político que usa el PNV también lo incorporamos nosotros en la ponencia del autogobierno”. Y sigue, lo repito, “es el mandato de avanzar hacia un Estado Confederal dentro de la Constitución”.
Ongi etorri. Enmienda a su totalidad. Es más se habla de “paciencia histórica, de gradualismo político en el camino de la soberanía vasca en perfecto respeto a los tres ámbitos de decisión que subyacen en Euskal Herria y que correspondería a las tres administraciones en las que estamos divididos los vascos”. Ongi etorri al pragmatismo político, al posibilismo realista, a la negociación con el otro, al acuerdo entre dispares, a los consensos posibles y positivos y al fructífero pacto entre diferentes. Ongi etorri a esta apasionante excursión política y social, parafraseo a Xabier Arzalluz, de hollar la cima del monte bordeándolo con una paciencia inasequible a desalientos.
Dicho lo dicho, y ciertamente, y muy sinceramente, todos somos necesarios en la construccional nacional vasca en el contexto internacional de una Europa unida pero diversa, diversa pero unida. Así lo pienso y lo escribo y lo hago con sumo respeto. Aunque, permíteme estimado lector/a que me quede una duda en el tintero sobre los presupuesto del Gobierno Vasco: la Izquierda Abertzale, se llame como se llame, no lo apoyaron en 2012, 2016, 2020 ni ahora en 2024, es decir no lo han hecho nunca, aunque en la capital del Reino de España y en la Navarra foral últimamente sí. Curiosas las razones últimas que deciden votar a favor o en contra, en un lugar o en otro. Créaseme: me hubiera gustado ahorrarme estas últimas líneas y en cambio darles la bienvenida a las cuentas de este año. Ongi etorriak-bienvenidos/as a los del año próximo 2026. De corazón y sin ironías. A veces rectificar sí es de sabios. Me incluyo en mi propia, modestia y sincera reflexión personal, política y vital. Pido disculpas, sinceramente, si alguien se ha visto interpelado, señalado o molestado por estas reflexiones. Es lo que pienso y así lo digo y escribo. Soy así. Urte Berri On!!