Noticias preocupantes
Este julio que hoy termina nos deja con una noticia de esas que, cuando lees el titular, no eres capaz de comprender el nivel de gravedad que tienes enfrente: Ha sido el mes más caluroso desde que hay registros. Así lo aseguran el Servicio de Cambio Climático de Copernicus y la Universidad de Leipzig (Alemania) que, además, sostiene que julio de 2023 podría también establecer el récord de temperatura en un mes de los últimos 120.000 años. Un drama del que hay responsables con nombres y apellidos que hay que señalar, grandes emisores que hacen que cualquier gesto que usted o yo podamos hacer quede en nada.
Ebullición climática
Sobre la cuestión anterior ha hablado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres: “Las consecuencias son claras y trágicas. Niños arrastrados por las lluvias monzónicas, familias huyendo de las llamas…es un verano cruel para todo el planeta”. Los científicos lo tienen claro: la culpa es nuestra. Guterres afirma que la era del calentamiento global ha terminado y ha llegado la era de la ebullición global. Se terminan los calificativos y siguen los llamamientos a que los líderes lideren y cumplan el acuerdo de París…pero todo quedará en agua de borrajas si países ‘superemisores’ como China e India siguen pasando del tema.
Algunos responsables
Los responsables de esa ebullición climática no somos quienes utilizamos bolsas de plástico o el coche. No al nivel de esos responsables con nombres y apellidos. De nada sirve que reduzcamos, reutilicemos y reciclemos si los que más contaminan siguen a lo suyo. El año pasado, Elon Musk hizo 134 viajes en su jet privado (algunos, de sólo 13 minutos), emitiendo a la atmósfera 1.895 toneladas de CO2. El emérito Juan Carlos emitió en sus vuelos privados durante una década tanto CO2 como un español medio en 586 años (3.400 toneladas). La semana pasada recorrió casi 8.000 km (a razón de 64.000€) para aterrizar en Sanxenxo. Y así todo.
La portada del año
El diario británico The Guardian ha sacado esta semana la que será una de las portadas del año, no tengo ninguna duda. Una ilustración, obra de Federico Yankelevich, que muestra la bandera de España bajo la sombra del águila franquista con el título: “A long shadow” (Una sombra alargada). Mientras la ultraderecha empieza a campar a sus anchas por Europa, las elecciones generales han frenado su avance, pero la sombra del franquismo sigue acechando. La ilustración, según su autor, resume la angustia de muchos en el país: “Los valores de la vieja moral nacional católica se ciernen amenazantes sobre la democracia española”.
Y encima, OVNIS
Es, literalmente, el escenario apocalíptico que nos faltaba. La noticia ha pasado sin pena ni gloria, pero en el Congreso de EEUU, esta semana, tres ex militares de la Fuerza Aérea han testificado que el Gobierno tiene en su posesión OVNIs y restos biológicos “no humanos”. Más allá de que sea o no verdad, adquiere relevancia que esto no ha sucedido en un foro de conspiranoicos de internet, no. Ha sido en el Congreso de EEUU. Personalmente, no puedo evitar pensar que menuda bola nos están intentando meter y me pregunto qué será lo que quieren tapar con ello.
