Yo sí que me pregunto

Spotify ha dado a conocer cuáles han sido las canciones más escuchadas este verano: en España, el “bizarrap” de Quevedo (una canción enciclopédica que recoge todo lo que funciona en las demás) y tres canciones de Bad Bunny, la más destacada, esa en la que Tití le pregunta si tiene muchas novias, muchas novias. No es que yo no entienda nada: las canciones más escuchadas en el mundo no tienen nada que ver: “As It Was”, de Harry Styles, es un temazo. Y la segunda es una canción de 1985 que se ha puesto de moda gracias a Stranger Things: “Running Up That Hill”. Luego vuelven a aparecer las de Bud Bunny y Quevedo.

Esta es una respuesta

¿Cuántos de aquellos que ganaron dinero con las criptomonedas consiguieron capitalizarlo? ¿Cuántos de los que vieron subir su inversión sacaron a tiempo sus ganancias y cuántos vieron cómo todo se volatilizaba, hasta su capital inicial? Los que se han llevado pasta al bolsillo son pocos, según Magnet: “El 77% de inversores de criptomonedas dicen haber perdido o haberse quedado igual desde que metieron su dinero en estos activos”. Este porcentaje es tan alto por la debacle de la inversión: “El valor de las criptomonedas ha bajado alrededor de 2 billones desde que alcanzó su punto máximo a finales del año pasado”.

Un peligro público

Después de varios días de rumores, dudas y, cómo no, desinformación, podemos confirmar que Donald Trump escondía en su residencia de Mar-a-Lago documentos “con la leyenda ‘secreto’ y ‘alto secreto’” (Independent en Español). Lo sabemos gracias a “una presentación judicial del Departamento de Justicia” que ha “publicado las primeras imágenes de los documentos”. Por supuesto, “no hay ninguna razón para guardar legalmente esos documentos en una residencia privada sin el consentimiento y la cooperación de los Archivos Nacionales y tal vez de otras agencias, y no hay ninguna indicación de que Trump contara con ese permiso”.

Y un poco caradura

¿Y cuál es la defensa de Donald Trump? “Asegura que la documentación hallada en su casa estaba en lugar seguro” (El Periódico de España), y que la tenía porque era “algo esperable”, dado que es el expresidente. Hasta 100 documentos clasificados, según el FBI. Pero la jueza Aileen Cannon también ha respondido a esto: “El almacenamiento de esos documentos no está protegido por la figura del Privilegio Ejecutivo que le correspondería en calidad de presidente, sino que debían haber sido almacenados como manda la ley en los Archivos Nacionales”. Menos mal que Trump es blanco y rubio.

Sí, hay esperanza

Estoy convencido de que, pese a Trump y el trumpismo, hay esperanza para EE.UU., no solo porque eligieron después al equipo que forman Joe Biden y Kamala Harris. Pero hay más señales alentadoras: “Mary Peltola, la candidata demócrata al Congreso, ha hecho historia y ha logrado la victoria para su candidatura en uno de los Estados más conservadores del país” (Electomanía). Su rival no era otra que una de las más famosas republicanas, Sarah Palin. Peltola es “miembro de una comunidad de nativos” y “defiende un cambio progresista en las políticas del Estado”. Y aún así ha ganado. Insisto: hay esperanza.