Hermann Tertsch, impresentable

No es cuestión de perder la educación ni las buenas maneras, así que no colocaremos ningún epíteto junto a su nombre. Hoy nos toca escribir sobre Hermann Tertsch. Si alguna línea le quedaba por rebasar a este ultraderechista de Vox, la ha superado con creces. Ha publicado en Twitter una imagen del féretro del socialista, Isaías Carrasco, asesinado por ETA, llevado a hombros por sus compañeros de partido, entre ellos Patxi López. El texto que acompaña la fotografía reza así: "Patxi López, camino a la fiesta con Otegi". La ha retirado, pero su ruindad de tal calibre que ha compartido las capturas de pantalla de otros usuarios.

Objetivos repugnantes

La eliminación de la humillante imagen a la que nos referimos se ha producido, sí, pero después de que la propia hija de Isaías Carrasco le tachara de sinvergüenza y le conminara a quitar la fotografía del féretro de su padre. No esperen un ápice de arrepentimiento, ni un asomo de disculpa, más bien todo lo contrario. "Retiraré la foto de Patxi López y Eguiguren con el féretro de un asesinado por los socios del PSOE porque me lo pide gente que aprecio" y cierra el mensaje con esta infame referencia: "Respecto a la hija de Carrasco, razones tiene para el asco. Pero no aquí". Provocación y ruido mediático, ese es su repugnante objetivo

Humillación a las victimas

Cerramos un tema que no hubiéramos querido abrir. Durante muchos años las victimas del terrorismo han sido utilizadas y manipuladas con objetivos políticos. Tanto la Fundación Fernando Buesa, cono la presidenta de Covite, Consuelo Ordóñez, han recriminado a Tertsch su falta de respeto. En concreto los primeros afirman que es "indecente y humillante actuar así. Basta ya de utilizar al terrorismo y a sus víctimas". Mientras, la hermana de Gregorio Ordoñez, le acusa de tener "la misma ideología perversa de aquéllos que nos hicieron víctimas". Como podrán ustedes imaginar, les ha respondido con el mismo tono despreciable que le caracteriza.

Paradojas ferroviarias

La nación española presume de sus trenes de alta velocidad, incluso han construido el que circula por el desierto hasta La Meca, lo recordarán ustedes por ser el de la supuesta comisión del rey emérito. La paradoja es que, allá donde sufren uno de los climas más extremos del planeta, funcionan sin problemas los convoyes. Sin embargo, dentro del Estado, sufren averías constantes al superarse los 40 grados. El sistema de aire acondicionado de los vagones no soporta el exceso de calor exterior y se desactiva sistemáticamente. Por suerte, en Euskadi las temperaturas no son tan elevadas aunque, por desgracia, seguimos esperando ese tren.

El medievo ferroviario

El proceso de construcción de la Y vasca es desesperantemente lento, las obras apenas avanzan, los retrasos se acumulan y ha obligado a las instituciones vascas a mover ficha y adelantar dinero, para ser descontado posteriormente vía cupo. Mientras tanto, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, tras la llegada de la alta velocidad a Extremadura y Burgos, afirma que "es tremendamente revolucionario y transformador llevar el AVE a la España vaciada". El corolario de esa frase bien podría ser que es terriblemente retrogrado mantener a una región, como Euskadi, en el medievo ferroviario