A mediados de enero del presente año, en vista de lo que ocurría en Wuhan, China, todos los gobiernos del mundo designaron comisionados expertos epidemiólogos para ayudar a China y hacer frente al posible brote de una pandemia. Todos juntos comenzaron a trabajar para investigar acerca del naciente virus y a su vez contrarrestar la expansión del mismo. El Gobierno chino, muy agradecido por la ayuda, abrió las puertas de su nación, de par en par, presentó diáfanamente toda la información que hasta ese momento poseía. A sabiendas que la pandemia era inminente, se aplicaron medidas sanitarias de manera inmediata a nivel global, siguiendo la línea que dictaban los científicos expertos en el área. Los economistas, por su parte, previendo el potencial desastre económico mundial que se avecinaba, redactaron y presentaron un plan piloto que esboza la manera menos dolorosa de contener el desastre y además mostraba los cimientos de lo que sería la recuperación económica. Aprovechando la coyuntura, los economistas más progresistas del mundo propusieron, hacer uso de este tiempo, como la hora cero, para redefinir el modelo económico mundial, que como bien sabemos, no es sostenible. Para ello, diseñaron cambios radicales, tales como; disminución drástica del consumo de combustibles fósiles, inyección de capital a la innovación de sistemas de generación de energía amigables con el ambiente, revisión de las brechas salariales, priorización de los empleos realmente esenciales para la vida moderna, legalización de la marihuana. Los gobiernos del mundo, diligentemente escucharon a los expertos y se dedicaron a trabajar en pro de lo propuesto, ayudándose los unos a los otros, trabajando en colectivo por el bienestar de la humanidad. Ahora, ya podemos despertar y enfrentar la realidad. El mundo seguirá igual, la avaricia y el egoísmo serán lo que más abunde (no es pesimismo, es realismo), los empleos esenciales seguirán recibiendo sueldos paupérrimos, pocos tendrán en exceso lo que no necesitan, y la mayoría no tendrá ni lo que necesita. Daniel Alvarado Bravo
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