Las organizaciones profesionales agrarias han valorado las movilizaciones de finales de enero como un “rotundo éxito” de convocatoria. “El campo ha demostrado con creces su firmeza y su fuerza”, aseguran. “Nuestra problemática y nuestras demandas han inundado los medios de comunicación, las redes sociales y la sociedad en general, es un clamor que debe ser atendido”, han sentenciado. Sin duda que es la situación límite de la agricultura y la ganadería en España la ha llevado a hacerse sentir la semana pasada en la opinión pública. El éxito de las marchas, concentraciones, tractoradas y protestas demuestra con claridad, a juicio de los convocantes, la urgencia de tomar medidas, articular reformas y cambiar comportamientos en la cadena agroalimentaria.

Medidas y cambios largo tiempo esperados y reclamados por el sector. El objetivo de las movilizaciones, explican, es servir para “cambiar las cosas” y producir un cambio de tendencia. Para eso, las instituciones, los Gobiernos y la cadena alimentaria en su conjunto deben “sentirse aludidos y actuar”, han señalado.