La energía que dedica el personal a despotricar o rasgarse las vestiduras -depende- con el tema de las banderas. El último pimpampum al parecer se produjo en la madrugada del viernes. Atentos porque aquí viene el primer mortal con doble tirabuzón: escenario, Chase Center, estadio de los Golden State Warriors, allá por California. En Estados Unidos son muy suyos con su bandera, la de las barras y estrellas, por lo general les mola un huevo; pero ocurre que no es ilegal quemar la enseña nacional, por ejemplo. Pero el sucedido no tiene nada que ver con la bandera de Estados Unidos. Volvemos al Chase Center, en concreto a una pausa del partido de la NBA entre los Warriors y los Timberwolves. Pongámonos en situación, un partido de la NBA y tal, con ese glamour baloncestístico. Y en la pausa, actuación de las “torres humanas”, en palabras del speaker local, de los Castellers de Vilafranca. ¿Mola no? A mí me parece la leche, me hubiera gustado ver la reacción del público local, un público acostumbrado a espectáculos en eventos deportivos como el mítico descanso de la Super Bowl, actuaciones tan polémicas y recordadas como la de Janet Jackson y Justin Timberlake. Ni 24 horas después, aquí la bronquita del día es que uno de los dos pilares lució una estelada. ¡Ah! Ganaron los Warriors.
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