Labordeta se ha ido con la mochila vacía, porque la ha vaciado en todas las facetas de su vida, dejando la mejor herencia que se puede dejar: valores humanistas tanto de profesor, escritor, diputado y como cantautor, siendo una de las voces comprometidas en los años de la dictadura, sabiendo no solamente llegar a las raíces de muchas personas comprometidas, sino también hacerles un nudo en las gargantas con el canto a la libertad. Un republicano respetuoso pero tenaz y convencido, que ha sabido reír con los suyos pero que no ha permitido que se rían de él los herederos ideológicos del franquismo (como pasó siendo diputado en Madrid). Un defensor de su tierra y de la libertad sin fronteras. Gracias por habernos dejado tan valiosa herencia. Un abrazo.
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