Hace unos días leí una opinión sobre las palabras de Silvio Rodríguez respecto a la inmovilidad del Gobierno cubano, y deseo dar mi opinión al respecto porque creo que han quedado cabos sueltos.
Es cierto que más vale tarde que nunca, pero también es cierto que a río revuelto, ganancia de pescadores. Las cosas en Cuba están más revueltas que nunca, y casi todos tenemos la sensación de que algo va a pasar de un momento a otro; estas cosas se huelen, se presienten. Quizá por eso, algunas personas como Silvio Rodríguez, que estaban en apatía casi absoluta respecto a las quejas del pueblo cubano, sorprendentemente tomen una posición que hace tiempo debían haber tomado. De haberse manifestado años atrás, con casi total seguridad gente anónima como Orlando Zapata y otros, cuyas muertes son desconocidas, no hubiesen tenido que llegar al extremo. Tanto Silvio como otros intelectuales cubanos, intocables para el Gobierno cubano (consciente del apoyo que tienen fuera de Cuba), debían haber utilizado dicha posición tiempo atrás.
Que como cantante es bueno, vale, que como compositor es un genio, vale; lo que no vale es que, encima de estas medallas, se le cuelguen otras que no merece. Espero que a la hora de la verdad recuerde que obras son amores, que no buenas razones.