Una reciente encuesta pone de manifiesto la cada vez peor imagen que tiene la monarquía entre nuestra sociedad, y muy especialmente entre los jóvenes. No hay más que ver que desde principios de los noventa la valoración de esta institución ha descendido hasta mínimos históricos, pasando de un seis al suspenso desde los últimos años de José María Aznar, y consolidándose en las legislaturas en las cuales ha gobernado José Luis Rodríguez Zapatero. En otras palabras, ha pasado de ser la institución mejor valorada por los jóvenes en el conjunto de España, a ser peor valorada que el Ejército o la Policía. Existen diversos factores que a nuestro entender explican estos datos. En primer lugar, el dinero asignado a la Familia Real en los Presupuestos Generales del Estado de 2007 ascendió a un total de 8,29 millones de euros, siendo aumentado hasta los 8,9 millones de euros en los presupuestos anteriores a este año, mientras que el presidente del Gobierno ganaba en ese ejercicio un total de 91.982,40 euros al año.
En resumidas cuentas, mientras que el jefe del Estado pasa sus vacaciones en Palma de Mallorca, la población española tiene uno de los índices de pobreza más elevados de Europa, situándose en esta lastrera situación el 20% de su población y un paro que dobla la media comunitaria, a pesar de la escasa población activa que tiene nuestro Estado; en total, las personas que tienen o buscan un empleo entre los 16 y los 65 se sitúa en España en el 55%, frente al 60 de la zona comunitaria, incluyendo en ésta a los veintisiete.
Otro aspecto a señalar es la censura que han montado y sustentado los partidos mayoritarios con respecto a la monarquía, haciendo de ésta una institución cuasi sagrada, a la que es imposible criticar de manera abierta y sincera sus funciones. Baste como ejemplo lo sucedido hace unos años con el secuestro de la revista El Jueves. Se podría decir que es especialmente lamentable la actitud mantenida por parte del Partido Socialista Obrero Español, que tiene un importante sector de sus votantes que son republicanos. Por ultimo, decir que el rey Juan Carlos está exento de pagar cualquier tipo de impuesto directo, lo que convierte a su familia en un paraíso fiscal dentro del Estado, mayor incluso que las islas Caimán, donde las sociedades mercantiles tributan al 0,6%.
En definitiva, creemos que lo mejor que se puede hacer con la monarquía es abolirla por ser una institución del antiguo régimen que no tiene cabida en un Estado de la Edad Contemporánea, que se consolida basada en los privilegios de la sangre sobre los de la justicia y la razón. Por ello pedimos poder decidir si queremos monarquía o república.