Vinculada fuertemente a Navarra y Bizkaia por su familia paterna, la joven escritora madrileña Nagore Suárez visitó hace unos días Pamplona para presentar El final de la fiesta, su nuevo libro que precisamente transcurre en esta ciudad. Porque Navarra siempre está muy presente, en su obra y en su vida. Todo arranca un 6 de julio en la capital navarra, horas antes de que estalle la fiesta de San Fermín, cuando aparece, cerca del Portal de Francia, el cuerpo de una joven. Para resolver el caso vuelve a contar con la periodista Anne Aribe y con Gabriel Palacios, inspector de la Policía Foral. Ambos eran los protagonistas de sus dos primeras novelas y sus lectores esperaban con ansia este tercer título para volver a reencontrarse con ellos.
PERSONAL
Lugar de nacimiento: Madrid, 1994.
Formación: Estudió Periodismo y tiene formación en Arqueología y Ciencias Forenses. Se dio a conocer al gran público en 2019, con su hilo de Twitter titulado El ángel de la guarda, con el que consiguió más de un millón y medio de impresiones y ganó el Premio del Público de El Corte Inglés al mejor hilo de Thriller y Misterio.
Libros: La música de los huesos fue su primera novela, a la que siguió El ritual de los muertos. Ambos han sido un gran éxito de crítica y ventas. Acaba de presentar El final de la fiesta.
El final de la fiesta es un libro muy esperado por su legión de seguidores, ¿sentía cierta presión por presentarlo?
Los lectores, en cuanto se terminan de leer un libro, te dicen: Qué ganas tengo del siguiente. Yo siempre les digo que me den un poco de tiempo, porque aunque se lo hayan leído en uno o dos días a mí me ha costado un año escribirlo. El primer libro, en mi caso al menos, lo escribes desde la inocencia, no conoces el mundo editorial, no sabes qué va a pasar, pero a partir de ahí ya se crean unas expectativas, hay unos lectores, y a mí sí que se me hizo más difícil escribir. El segundo en concreto costó, porque notaba esa presión, que en realidad te la impones tú misma.
En este libro, como en los anteriores, la trama transcurre en Navarra, ¿por qué esta elección?
Mi abuela paterna es de Navarra, llevo toda mi vida pasando mucho tiempo aquí, vengo a menudo, tengo familia... y desde el principio tenía claro que mis libros iban a estar ambientados en Navarra. Los dos primeros se ubican en la Ribera Alta y ahora he elegido Pamplona, aunque también aparecen pueblos de tierra Estella. Siempre he tenido un vínculo muy fuerte con Navarra.
¿Le gustaría que ocurriese el mismo fenómeno que con la Trilogía del Baztán, que despertó mucho interés turístico entre los lectores?
Ojalá. Lo que consiguió Dolores Redondo es espectacular, y si mis libros despiertan el turismo por estos pueblos de la RiberaAlta, que quizá no se conocen tanto, sería una maravilla. Es además una zona completamente diferente al norte: ahí no hay bosque, es tierra roja, huerta, viña... El paisaje no tiene nada que ver y ojalá la gente se anime y vaya a conocer todos esos pueblos.
"En el ‘thriller’ hay que convertir al lector en una parte más de la historia”
Además de Navarra, ha afirmado que las tierras vascas en general le inspiran muchísimo misterio.
Totalmente. Como he dicho, mi abuela es navarra, pero mi padre y mis tíos nacieron en Bilbao, vivieron muchos años en Basauri y también tengo familia allí. Es curioso que desde fuera, personas que no tienen ningún vínculo con estas comunidades también perciban que es una tierra de mucho misterio. Yo creo que se debe a la mitología vasco-navarra, a las tradiciones, la cultura, la historia de la brujería... que rodean a este entorno. Suscitan un misterio al que además se suma el paisaje, especialmente el del norte, con esos bosques, ese clima...
¿Con este nuevo libro termina la trilogía o tiene pensado continuar la saga?
En principio termina aquí, pero nunca se sabe lo que puede pasar. Mi intención es que lo siguiente que escriba no esté relacionado con esta historia.
¿Y respecto a los personajes? ¿Recurrirá en el futuro a sus protagonistas, Anne y Gabriel?
Repetir personajes tiene una cosa muy buena, y es que ya los conoces, viven en tu cabeza, pero a la vez son un reto porque tienes que lograr que crezcan, que evolucionen y que en cada libro den un paso más allá y no se queden estancados. De momento, como decía, estos personajes y esta trama se cierra aquí. Quizá en unos años retome a alguno de ellos, pero de momento no.
Ha logrado en todos sus libros un ritmo que mantiene al lector con mucha tensión, ¿cómo consigue que no decaiga la historia, que cuando se empieza no se quiera dejar hasta llegar al final?
Es uno de los retos de los escritores de thriller, que el lector se divierta y se enganche a la novela. Yo creo que parte de eso se consigue convirtiendo al lector en detective, jugando a dejarle pistas para que conforme vaya leyendo quiera adivinar qué está ocurriendo. En el thriller hay que convertir al lector en parte de la historia. El escritor solo escribe parte de la novela y el lector hace el resto dentro de su cabeza. De hecho, cada novela es diferente dentro de la cabeza de cada persona que la lee.
Imagino que eso requiere tener la trama muy clara de principio a fin. ¿Trabaja sobre un guion o se permite improvisar?
Normalmente soy muy organizada, trabajo con una escaleta para tener la trama muy clara, pero por ejemplo en esta novela han ocurrido cosas que yo no sabía que iban a pasar, que han ido surgiendo sobre la marcha. Escribir una novela negra es como hacer un puzle: hay que dejar piezas al lector para que al final todo encaje.
¿Esa necesidad de organización se refleja también en su forma de trabajo? ¿Es meticulosa, sigue un horario... o espera a que llegue la inspiración?
Para escribir soy un poco desorganizada, hay días que trabajo desde que me levanto hasta que me acuesto de forma intermitente, depende del momento en el que esté. También es cierto que llega un momento del proceso de escritura en el que estás completamente dentro de la novela y todo lo que haces y todo lo que piensas está relacionado. Estoy duchándome, paseando... y estoy pensando en mis personajes, en mi trama. Es un trabajo del que cuesta desconectar.
Muchos lectores se preguntan cuánto de usted hay en la protagonista, Anne.
Es inevitable que los personajes tengan algo del autor, siempre hay una transferencia de cosas tuyas a ellos. Y para mí también es una de las partes más bonitas de escribir, dejar de forma consciente algo tuyo en los personajes. Pero sí, es cierto que en el caso de Anne puedo tener algo más de similitud por edad, estudios y demás, pero a la vez, en cada libro todos los personajes evolucionan y va cogiendo su propia personalidad.
Esta nueva novela tiene reseñas de autores como Juan Gómez Jurado, Mikel Santiago... ¿qué supone para usted?
He tenido mucha suerte desde que empecé. En el primer libro me hizo la faja Juan Gómez Jurado, en el segundo Mikel Santiago, y en este tercero Santiago Díaz. Estoy muy agradecida. Igual desde fuera se percibe que en el mundo de la escritura hay rivalidad, pero eso está muy lejos de la realidad; de hecho, escribir me ha permitido conocer a compañeros que son referencia y que siempre están dispuestos a ayudar a gente que está empezando.
¿Qué autores y géneros lee Nagore Suárez?
Me gusta leer a compañeros de thriller nacional como los que hemos nombrado, también a María Oruña, César Pérez Gellida... Pero en el día a día me gusta leer de todo, literatura contemporánea, terror... Y voy a aprovechar y a hacer una recomendación sobre el libro que más me gustó el año pasado, Nuestra parte de noche, de Mariana Enríquez.
¿En qué momento de su carrera decidió escoger el thriller como género para darse a conocer?
Es curioso, porque yo escribo desde que era pequeña, y siempre eran historias de misterio. Siempre supe que si algún día escribía una novela sería un thriller.
Muchos consideran que le ha dado un aire juvenil a este género.
Puede ser, pero cada vez son más los autores jóvenes que se están animando a escribir thriller. Pero sí que tenía claro desde el primer momento que quería crear personajes con los que sentirme identificada, que fueran más cercanos. Habitualmente suelen ser personajes de más edad, con tormentos...
Ha estudiado Periodismo y tiene formación en Arqueología y Ciencias Forenses. ¿Estas especialidades le ha ayudado a la hora de construir sus historias?
Sí. Primero estudié dos años de Arqueología y a la vez estudiaba Antropología Forense en un instituto privado, pero luego me cambié de carrera y estudié Periodismo. Evidentemente esta carrera está muy relacionada con la escritura, pero la Arqueología también, y en mis novelas siempre me gusta que aparezca el tema de los huesos.
"Es bonito dejar de forma consciente cosas tuyas en los personajes”
Es una autora joven que ha arrancado con mucho éxito, ¿le gustaría enfocar su futuro en el mundo literario?
Es muy difícil vivir de los libros en España. Doy gracias de la oportunidad que he tenido, de cómo me están yendo las cosas, y siempre digo que, mientras pueda y me dejen, mi intención es seguir escribiendo.
Desde fuera siempre vemos el lado bonito: el éxito, las presentaciones, las firmas de libros... pero, ¿cómo es el proceso real, cuánto trabajo hay detrás que no se ve?
Es un proceso largo, con momentos más o menos duros porque es muy solitario, dependes completamente de ti, y hay días mejores y peores. Hay mucho trabajo detrás y cuando terminas de escribir todavía se le da muchas vueltas a la historia, que va de mano en mano con las correcciones. Casi llega un momento que la aborreces de la cantidad de veces que la has leído. Una vez me llega el libro impreso ya no lo abro más, porque sé que ya no se puede cambiar.
La labor de documentación también es laboriosa y fundamental en sus libros.
Justamente, la documentación en un thriller es una parte importante y que nos lleva bastante tiempo a los autores. Yo intento hacer este trabajo antes de comenzar, pero durante el proceso de escritura van surgiendo necesidades y dudas que hacen que tengas a recurrir a libros académicos, a hablar con profesionales...
Desde su comienzo como autora, las redes han sido una herramienta de trabajo. Antes de escribir su primera novela ya se había ganado muchos seguidores con sus hilos de misterio en Twitter. ¿Cómo se le ocurrió?
Twitter lanzó un concurso que se llamaba twitteratura, coincidiendo con la Feria del libro de Madrid, que animaba a la gente a contar historias en hilo y me animé a contar mi primera de ficción en ese formato. La conté como si me estuviera sucediendo en tiempo real, y de repente se hizo viral, gané dos premios y a raíz de eso tuve la oportunidad de entrar en el mundo editorial.
Fue muy visionaria con este formato.
Sí, pero el primero que empezó haciendo este tipo de hilos fue Manuel Bartual, a quien creo que todo el mundo conocerá o habrá oído hablar de él. Es interesante ver cómo las redes sociales se han convertido en una herramienta que permite llegar al mundo editorial de una forma diferente.
Pero en su caso también ha conocido la parte más oscura de las redes, la falta de educación, comentarios machistas... ¿cómo se gestiona todo eso, cómo se ponen límites?
Es complicado. En mi caso, aunque he sufrido ese tipo de comentarios, sobre todo cuando estaba escribiendo hilos, era un porcentaje pequeño y lo que hay que hacer es intentar ignorarlo y quedarte con lo bueno. Es cierto que últimamente en las redes sociales hay un ambiente hostil, pero yo trato de quedarme con la parte positiva y utilizarlas como una herramienta que me puede ayudar en el trabajo y que no me genere problemas.
En cualquier caso, sigue muy presente en Instagram y comparte pinceladas de su vida personal. ¿No le importa mostrar ese lado más íntimo?
Es algo que hacemos casi todos, combinar la vida profesional y personal en las redes. No me encanta estar contando mi vida 24 horas, pero sí que me gusta, cuando me voy de viaje por ejemplo, compartir recomendaciones con mis seguidores, o pequeñas cosas de mi vida, porque sé que a los lectores les gusta conocerte, no ser una figura fría y distante que escribe. Eso ha cambiado y precisamente las redes permiten comunicarte con los lectores de nuevas formas.
Incluso realiza sorteos con sus libros, ¿es un modo de ganar más público?
Sí, hago algún concurso, sorteos, mando libros firmados... Al final es una forma de agradecer a los lectores y de que te conozca gente nueva.