Un exjefe policial negó este martes ante una comisión parlamentaria que investiga la intentona golpista del 8 de enero en Brasil que haya habido maniobras oficiales en favor del expresidente Jair Bolsonaro en las elecciones de octubre pasado.

El exdirector de la Policía de Carreteras, Silvinei Vasques, fue el primer testigo citado por la comisión, en la cual existen sospechas de que el asalto a los tres poderes de la Nación en enero fue sólo el corolario de un golpe planificado desde la victoria electoral del progresista Luiz Inácio Lula da Silva.

Vasques rechazó de forma tajante que esa institución montara el 30 de octubre de 2022, día de la segunda vuelta electoral, unos retenes especiales en las carreteras del noreste del país con la intención de dificultar el traslado de simpatizantes de Lula a los centros de votación en el que es el fortín del líder progresista.

Según datos que presentó a la comisión, las operaciones fueron similares en otras zonas del país y, específicamente en el noreste, aseguró que ese día sólo fueron detenidos cinco autobuses, pero por asuntos ajenos al proceso electoral, entre los que citó la falta de parachoques en uno de los vehículos.

Esa información, sin embargo, según la senadora Eliziane Gama, instructora del grupo parlamentario, se contradice con datos del Ministerio de Justicia, que hablan de al menos medio centenar de autobuses retenidos en el noreste el 30 de octubre del año pasado.

Aún así, las propias autoridades electorales aseguraron ese mismo día que ningún votante dejó de acudir a los centros electorales por esos motivos, aunque sí reconoció que los retenes causaron algunos atrasos en el cierre de las mesas.

Vasques sí admitió que un día antes de las elecciones publicó en sus redes sociales un mensaje instando a votar por Bolsonaro, pero aseguró que lo hizo en "pleno ejercicio" de un "derecho ciudadano" y sin "decir nada contra otro candidato", en alusión a Lula.

"No sería yo quien cambiaría el rumbo de las elecciones", aseguró.

El exjefe policial negó que tuviera algún tipo de confianza con Bolsonaro, a quien dijo que vio "en pocas ocasiones" y siempre por "motivos profesionales" inherentes al cargo que desempeñaba.

La comisión, integrada por 34 parlamentarios y dominada por el oficialismo, tiene previsto convocar a declarar en una primera fase a unas 40 personas, en su mayoría vinculadas al bolsonarismo y la ultraderecha radical que en enero pasado intentó forzar un golpe contra Lula con el violento asalto a los poderes de la Nación.