El Alto Representante de la Unión Europea para Política ExteriorJosep Borrell, ha mostrado su respaldo a Lituania y ha defendido que solo aplica las sanciones europeas, después de señalar "propaganda" de Rusia que denuncia que Vilna bloquea el tráfico ferroviario hacia el exclave ruso de Kaliningrado.

"Vamos a ser factuales: el tránsito terrestre no está bloqueado, ni parado y el tránsito de productos que no son objeto de sanciones también continúa", ha asegurado el jefe de la diplomacia comunitaria en rueda de prensa tras la reunión de ministros de Exteriores europeos en Luxemburgo.

En este sentido, ha calificado de "propaganda" rusa que Lituania esté imponiendo sanciones nacionales adicionales a las medidas europeas adoptadas por los Veintisiete en relación a la invasión rusa de Ucrania. Y ha defendido que las autoridades lituanas se limitan a aplicar las sanciones europeas, siguiendo las directrices dadas por la Comisión Europea.

"No es culpable Lituania", ha afirmado Borrell después de que este asunto haya estado presente en el Consejo de Exteriores en Luxemburgo, en el que el ministro lituano, Gabrielus Landsbergis, ha explicado a los socios europeos la situación.

Quejas de Rusia 

El Ministerio de Exteriores de Lituania ha negado que el transporte de bienes y mercancías esté "completamente restringido" hacia el exclave ruso de Kaliningrado y ha señalado que las medidas impuestas contra el tránsito de suministros se enmarcan en las sanciones impuestas por la Unión Europea en el marco de la guerra de Ucrania.

"Los pasajeros y los bienes que no están sujetos a las sanciones de la UE pueden seguir transitando el territorio lituano desde y hacia Kaliningrado", ha señalado el Gobierno lituano en un comunicado.

Moscú denuncia "medidas provocativas" de las autoridades lituanas y ha alertado de que "violan las obligaciones internacionales" del país, por lo que ha advertido de que "se reserva el derecho a adoptar medidas para proteger sus intereses nacionales" si la situación sigue sin cambios.

Rusia tacha esta actuación de violación del derecho internacional por parte Lituana, y se queja de que las cargas bloqueadas constituyen entre un 40 y un 50 % del total de las importaciones totales del territorio.

Kaliningrado, foco de tensión entre Rusia y la OTAN

El enclave de Kaliningrado es un territorio ruso dentro de Europa que hace frontera con Polonia y Lituania, dos países miembros de la OTAN y la UE, donde se encuentra una base militar con armas nucleares y que desde hace años, es foco de tensiones geopolíticas entre el Rusia y la Alianza Atlántica.

Fue territorio alemán hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), cuando la entonces Unión Soviética se lo apropió y le cambió el nombre de Könisberg por el de Kaliningrado, en honor al revolucionario Mijaíl Kalinin.

Con 15.100 km de superficie, cuenta con una población de 482.443 habitantes (2019) y se encuentra aislada del resto del territorio ruso, con fronteras al norte y al este con Lituania y al sur con Polonia.

Kaliningrado es una ciudad portuaria de Europa Oriental, situada en la desembocadura del río Pregel, que desemboca en el lago del Vístula, que comunica a su vez con el mar Báltico por el estrecho de Baltiysk.

Esta vía permite la salida marítima a los puertos de Baltiysk y Kaliningrado en Rusia, así como a los puertos polacos de ElblÄ.g , Braniewo , Tolkmicko, Frombork, Sztutowo, Krynica Morska y Nowa Pas'ÄTka.

Por su estratégica ubicación, ha sido una de las principales bases navales soviéticas del mar Báltico, junto con Riga (la capital de Letonia) y la isla de Kronstadt, cerca de San Petersburgo.

Tras la disolución de la Unión Soviética y la independencia de Lituania, en 1991, Kaliningrado pasó a estar bajo la soberanía rusa y a la vez separado geográficamente del resto de Rusia.

Con la guerra de Ucrania, este área ha recuperado protagonismo, por ser punto de las divisiones cada vez más marcadas entre Occidente y Rusia y ser un área crucial para la ofensiva de Moscú contra Ucrania y para asegurar sus defensas contra cualquier hostilidad procedente de los países de la OTAN. De hecho el Kremlin ha ido desplegando armamento estratégico a lo largo de la guerra.

Vecino de Polonia, Kaliningrado está cada vez más militarizado en tanto que el Kremlin ha creado un colchón desde el mar Negro hasta este enclave ante el avance de la OTAN.

La Duma rusa aprobó en 2005 la creación de una zona económica especial en Kaliningrado de 25 años de duración.