- Las fuerzas rusas avanzan a marchas forzadas en Lugansk, en el este de Ucrania, donde controlan el 95% del territorio y se encuentran a las puertas de Severodonetsk, centro administrativo de la región que pretenden separar del resto del país. “Rusia ha ocupado el 95% del territorio de la región de Lugansk”, declaró Serhiy Gaidi, jefe de la Administración militar de esa región del Donbás, lo que fue confirmado también por las milicias prorrusas.
En el último bastión ucraniano en Lugansk, Severodonetsk quedan ya sólo 15.000 de sus más de 100.000 habitantes. Y todo esto ocurría, mientras las tropas rusas atacaban con misiles el centro de Járkov, la segunda mayor ciudad de Ucrania,
El mando ucraniano reconoció que “los principales esfuerzos del enemigo se centran en tomar el control total de Limán y tratar de mejorar la situación táctica cerca de Severodonetsk y Avdiivka”. “El enemigo está tratando de hacerse con un hueco en el área de Severodonetsk”, indicó el Ejército ucraniano, horas después de que el portavoz de las milicias prorrusas de Lugansk, Andréi Marochko, asegurase que tanto esa ciudad como Lysychansk están en un “cerco operativo”.
Sus unidades lograron bloquear estas ciudades y controlan con fuego de artillería las carreteras de acceso, con lo que impiden el abastecimiento o la retirada de las tropas ucranianas, según los separatistas.
Esta situación que se agrava con el avance de los prorrusos en Limán, localidad situada a unos cincuenta kilómetros al oeste de Severodonetsk de camino a la ciudad de Sloviansk, importante plaza fuerte ucraniana en la región de Donetsk.
“Todavía hay resistencia en las afueras, pero no será por mucho tiempo”, dijo en declaraciones a la televisión pública rusa el portavoz de las milicias de la república popular de Donetsk, Eduard Basurin.
El Ejército ucraniano constata también la presión ejercida por las milicias prorrusas desde el flanco sur hacia las afueras de la capital de Donetsk, Avdiivka. “Los ocupantes llevaron a cabo operaciones de asalto en los distritos de Krasnohorivka, Kamyanka, Avdiivka y Pisky, pero no tuvieron éxito”, informó el Estado Mayor del Ejército ucraniano.
Las fuerzas rusas están literalmente “borrando de la faz de la tierra” esa ciudad, que se encuentra en primera línea del frente en el Donbás desde 2014, comentó a la agencia UNIAN el diputado ucraniano Musá Magomédov. “Avdiivka es un infierno. Están simplemente devastando la ciudad. Hay muchos destrozos entre los edificios. Hay incendios por toda la ciudad”, afirmó.
Esta visión fue corroborada por el jefe de la administración militar de la urbe, Vitaly Barabash, quien afirmó que “la situación humanitaria es realmente difícil, pero está bajo control”.
Por otro lado, al menos siete personas murieron y otras 17 resultaron heridas en los bombardeos lanzados por el ejército ruso sobre la ciudad de Járkov, en el este de Ucrania, según fuentes de la autoridad militar regional, reproducidas por el portal Ukrinform.
El ataque se produjo en el centro de la ciudad, la segunda mayor de Ucrania, con unos dos millones de habitantes. El bombardeo tuvo lugar hacia las 15.00, hora local, tras lo cual las autoridades regionales informaron inicialmente de cuatro víctimas mortales, que posteriormente elevaron a cinco y luego a siete.
Los impactos se produjeron en puntos como la estación de Metro 23 Serpina de Járkov. Elena, de 64 años, había llamado a su marido porque al salir del trabajo vio que había olvidado las llaves de casa.
La mujer relató a Efe que escuchó el primero de los misiles cuando iba a la estación, donde había quedado con su marido, Oleksiy, de 65 años.
Al acercarse al metro encontró un herido e intentó ayudarle, con una bolsa de gasas y otros útiles de primeros auxilios que le lanzaron en una bolsa desde un edificio unos vecinos.
Luego escuchó otra explosión, pero al llamar de nuevo a su marido, no respondía. Cuando entró en la estación, encontró su cuerpo. Hacía diez minutos que había hablado con él por el teléfono móvil y “ahora nadie podemos devolverle la vida”, lamentaba mientras era atendida por personal del servicio de emergencias.
Yegor, un hombre que presenció la escena, contó a Efe que cuando subía las escaleras de la estación vio a un señor que entraba, se escuchó una explosión, un trozo de proyectil entró por la ventana y le golpeó.
Él avisó a dos policías que había cerca de que había un herido y le intentaron ayudar, pero no fue posible salvarle la vida. Era el marido de Elena.
En el exterior, entre una y otra explosión, pues al menos dos misiles cayeron junto a la estación, un grupo de policías y un par de mujeres ayudaban a un militar herido, que sangraba por una pierna.
Cuando estalló el segundo de los misiles cerca, acababa de llegar una ambulancia, que pudo evacuarle entre el humo de vehículos que ardían en el aparcamiento del metro.
Los policías y las mujeres se refugiaron entonces en el subterráneo, donde tres heridos eran atendidos por otros agentes y por gente que estaba en el metro. La mayoría se había refugiado en los andenes, lo más profundo posible, mientras ellos atendían como podían a los heridos hasta que llegaron las ambulancias y los evacuaron.
OMS
La asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó ayer una resolución que condena “en los términos más enérgicos” la agresión militar de Rusia y denuncia la emergencia sanitaria que ha causado y los ataques rusos a instalaciones médicas. La resolución fue aprobada con 88 votos a favor, 12 en contra (entre ellos Rusia, China, Cuba, Nicaragua, Siria y Bielorrusia) y 53 abstenciones. Los 41 miembros restantes no votaron o están temporalmente sancionados sin derecho a voto.
Finlandia
La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, viajó ayer a Ucrania, donde tras visitar varios puntos de la región de Kiev, se reunió con el presidente Volodímir Zelenski. “Son señales de apoyo muy importantes para nuestro pueblo”, afirmó el líder ucraniano, en un mensaje difundido por su departamento de Presidencia.
Expulsión
Rusia amenazó ayer con expulsar a medios estadounidenses si la plataforma de vídeos YouTube vuelve a censurar las ruedas de prensa de la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova. Así lo comunicó la propia Zajárova durante una intervención en el Consejo de Federación o Senado. “Han bloqueado un par de ruedas de prensa mías. S i lo hacen una vez más, un periodista o un medio estadounidense se irá a casa”, manifestó