- Un organismo humanitario y un movimiento estudiantil denunciaron ayer la detención “arbitraria” del dirigente opositor Yubrank Suazo, uno de los que declaró, en junio de 2018, la ciudad nicaragüense de Masaya “territorio libre del dictador”, en alusión al presidente Daniel Ortega. “A las 05:15 horas (11.15 GMT) fue secuestrado con lujo de violencia @SuazoYubrank de la casa de sus padres, quienes están sumamente angustiados porque no saben de su paradero”, informó el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) a través de Twitter. “Condenamos este hecho y exigimos su libertad inmediata y respeto a su integridad personal”, agregó.
La detención de Suazo, en la ciudad de Masaya, 28 kilómetros al sureste de Managua, fue confirmada por sus allegados y vecinos, quienes compartieron fotografías en las que se observan los daños que supuestos agentes de la Policía Nacional causaron a la propiedad donde se encontraba el opositor, en el momento de la captura.
El arresto de Suazo, de 31 años, se produjo un día después de que el líder opositor, quien ya había estado preso entre 2018 y 2019, denunciara que la Policía Nacional supuestamente estaba impidiendo el ingreso de los creyentes católicos a una parroquia de Masaya, que según los fieles, se encuentra sitiada desde el fin de semana.
Minutos antes de su captura, Suazo, que permaneció nueve meses en prisión después que junto a otros opositores declararan a Masaya “territorio libre del dictador”, había denunciado a través de sus redes sociales que la casa de un amigo estaba rodeada por policías, cuyos agentes lo andaban buscando.
“Condenable allanamiento al hogar y agresión física a los padres de Yubrank Suazo, secuestrado en la ciudad de Masaya esta madrugada. Los hijos de las tinieblas se amparan bajo la oscuridad, porque les ofende la Luz. ¡Basta ya de represión!”, escribió en un mensaje el sacerdote Edwing Román, un crítico del presidente Daniel Ortega que se exilió por seguridad.
La Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN) demandó públicamente la libertad de Suazo y organizaciones defensoras de los derechos humanos, grupos opositores, amigos, y nicaragüenses en el exilio, demandaron saber su paradero.