- Un ataque contra la estación de tren de la ciudad de Kramatorsk, en el Donbás controlado por el Ejército ucraniano y en la que se encontraban casi 4.000 civiles que querían huir de la región, mató ayer a al menos 50 personas y herido a 87, una matanza que Kiev atribuyó a las fuerzas rusas y que Rusia negó. El jefe de la Administración Militar Regional de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, señaló que entre los fallecidos hay cinco niños. Asimismo, casi un centenar de personas fueron trasladadas a hospitales. Doce de estos ciudadanos fallecieron en el hospital y 38 en la estación, precisó.

Según indicó la Oficina de la Fiscalía General de Ucrania, en el momento del impacto de los misiles “la población estaba siendo evacuada y había casi 4.000 civiles en la estación, la mayoría mujeres y niños”.

Según las fotografías y los vídeos publicados por las autoridades locales y la empresa estatal de transporte ferroviario de Ucrania, Ukrzaliznytsia, frente a la estación y cerca del andén se veían cuerpos sin vida entre manchas de sangre, maletas, mochilas, peluches y carritos de compra. “Los rusos inhumanos no abandonan sus métodos. Al no tener la fuerza y el valor de enfrentarse a nosotros en el campo de batalla, exterminan cínicamente a la población civil”, dijo en Facebook el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. “Esta es la forma en que Rusia vino a proteger el Donbás, su manera de entender la protección de la población rusohablante”, aseguró, además, ante el Parlamento finlandés.

El ataque se produjo justo cuando las autoridades locales instaron a los habitantes de la región a abandonar el este del país lo antes posible, ante la ofensiva final rusa que Kiev cree se producirá en cuestión de unos pocos días en todo el Donbás.

Unicef suministró ayer equipos médicos y productos de emergencia a Kramatorsk para responder al “rápido deterioro” de la situación en las regiones orientales del país. Cuando el ataque tuvo lugar, un equipo se encontraba a apenas un kilómetro de la estación de tren.

Kramatorsk es la principal base militar del Ejército ucraniano en la región y clave junto con la ciudad de Izium (Járkov), que ya controla, y Sloviansk, en la estrategia rusa de hacerse con todo el Donbás. Es por este eje, que comienza en la asediada Járkov, por donde las tropas rusas quieren avanzar hacia el sur y envolver a las fuerzas ucranianas al norte de Donetsk.

“Los nazis rusos dispararon con misiles Tochka-U contra la estación ferroviaria de Kramatorsk, desde donde salen de forma organizada trenes de evacuación que trasladan a los habitantes de la región a lugares más seguros de Ucrania”, denunció Kyrylenko. “Para ellos, la vida de las personas es solo una moneda de cambio y una herramienta para lograr sus cínicos objetivos”, afirmó. Según el presidente de la empresa estatal de transporte ferroviario de Ucrania, Ukrzaliznytsia, Alexander Kamyshin, en la estación cayeron dos misiles.

Uno de los supuestos misiles utilizados en la matanza llevaba inscrito en un lateral za detéi (por los niños), según una fotografía publicada por Kamyshin en Telegram.

Los separatistas prorrusos de Donetsk informaron casi al mismo tiempo que las autoridades ucranianas del ataque, pero acusaron al “Ejército ucraniano de haber atacado con misiles Kramatorsk”.

El Ministerio ruso de Defensa negó inmediatamente cualquier responsabilidad del ataque, al afirmar que ayer “las Fuerzas Armadas no tenían misiones de fuego en la ciudad de Kramatorsk y no estaban planificadas”. “Destacamos que los misiles tácticos Tochka-U, cuyos fragmentos fueron encontrados cerca de la estación de tren de Kramatorsk y publicados por testigos presenciales, son utilizados únicamente por las fuerzas armadas ucranianas”, insistió la entidad castrense. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló también que “nuestras fuerzas armadas no utilizan este tipo de cohetes”.

Rusia afirmó que el 14 de marzo una división de la 19ª brigada de misiles de las Fuerzas Armadas de Ucrania atacó el centro de Donetsk “con un misil Tochka-U similar”, como resultado de lo cual murieron 17 personas y otros 36 civiles resultaron heridos.

El portavoz de las milicias separatistas de Donetsk, Eduard Basurin, señaló que el misil contenía “munición de racimo, al igual que la que utilizaron en Donetsk” hace un mes, según dijo a la televisión estatal rusa Rossía 1.

El Ministerio de Defensa sostuvo que las declaraciones del “régimen nacionalista de Kiev” que acusó a Rusia de la matanza “son una provocación y absolutamente falsas”. El departamento dirigido por Serguéi Shoigú afirmó que, según sus datos, el ataque a la estación de tren “fue realizado por una división de misiles de las fuerzas armadas ucranianas desde la localidad de Dobropillia, a 45 kilómetros al suroeste de Kramatorsk, que, sostiene Moscú, está controlada por Kiev. “El objetivo del ataque del régimen de Kiev era interrumpir el éxodo masivo de residentes de la ciudad para usarlos como ‘escudo humano’ para defender las posiciones de las Fuerzas Armadas de Ucrania, como en muchas otras ciudades de Ucrania”, dijo la entidad castrense.

El líder prorruso de Donetsk, Denis Pushilin, aseguró que han derribado 24 Tochka-U misiles desde el comienzo de la ofensiva militar rusa.

Evacuación

Las operaciones para la evacuación en tren desde las regiones del este de Ucrania proseguirán, afirmó ayer el gobernador de Donetsk, Pavlo Kyrylenko, tras el ataque contra la estación de Kramatorsk. Según el portal ‘Kyiv Independent’, que citó fuentes del Equipo de Inteligencia (CIT), el ataque se produjo con un misil del tipo Tochka-U, lanzado desde una localidad de la región de Donetsk bajo control ruso desde 2014.

Antimisiles

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, anunció ayer el despliegue en Eslovaquia de una batería antimisiles Patriot, ante la amenaza rusa por la invasión de Ucrania. Lloyd informó en un comunicado de que se ha dado este paso tras la petición de las autoridades de Bratislava y agregó que el sistema antimisiles estará manejado por soldados estadounidenses.

Chernígov

Unas 700 personas, entre soldados y civiles, han muerto en la ciudad ucraniana de Chernígov como consecuencia de los bombardeos y ataques del ejército ruso, y setenta cuerpos no han podido ser identificados, informó ayer su alcalde, Vladyslav Atroshenko. “Puedo dar una cifra aproximada: son 700 personas, entre militares y civiles. Además, hay setenta cuerpos sin identificar”, señaló.