- Unos 130.000 habitantes de Mariúpol siguen atrapados en esta ciudad del sureste de Ucrania, un 90% de cuyos edificios e infraestructura urbana han quedado destruidos por los bombardeos rusos, según su alcalde, Vadym Boychenko. Desde ayer vuelven a funcionar algunos corredores para evacuar a la población, para la que apenas quedan ya suministros de alimentos ni agua potable, declaró el alcalde. Hay que señalar que antes del inicio de la invasión rusa, en Mariúpol vivian 750.000 personas.
Los ataques sobre la ciudad han remitido, según sus autoridades, pero de todos modos las operaciones de evacuación se suceden con gran lentitud.
Hasta el pasado domingo habían podido salir de la ciudad grupos de ciudadanos en automóviles privados, a los que posteriormente se trasladó a la localidad de Zaporiya, desde donde siguen hacia otros puntos del país en autobuses.
La situación es caótica en Mikoláiv, según las autoridades locales de esta asimismo castigada ciudad ucraniana, que denunciaron ataques contra dos hospitales, un orfanato y un laboratorio el pasado domingo.
Se estima que 161 personas han muerto en estos ataques, entre ellas seis niños. Desde el inicio de la invasión rusa, el pasado 24 de febrero, han muerto a consecuencia de la guerra unos 160 menores, según las autoridades ucranianas.
Pero Mariúpol no es la única ciudad arrasada por las tropas rusas. Según los testimonios de los refugiados, otras localidades tomadas por los rusos también están seriamente dañadas. Como Polohi, a medio camino entre Zaporiya y Mariúpol, donde vivía hasta ayer María, enfermera del área de reanimación del hospital regional que ha aguantado en la localidad ocupada hasta que un misil destruyó su casa. “Los soldados rusos destruyeron todas las farmacias y robaron todas las medicinas, así que no había manera de cuidar a los pacientes”, dice. Allí quedaron 800 enfermos.
Atravesando otros pueblos en su ruta desde Mariúpol también viene Serguéi, que pide dar un nombre falso porque sus hijos viven en Donetsk y teme represalias. Lo vivido allí, dice, no puede explicarlo “ni en ruso ni en inglés”. “Había muchos cuerpos en las calles, con las caras descubiertas”.
Después de pasar dieciséis puestos de control rusos y tener que desvestirse para probar que no tiene tatuajes militares, ahora puede abrazar tranquilo a una vecina que acaba de llegar y sentirse relativamente a salvo. “Por fin puedo respirar” , asegura este falso Serguéi.
Por otro lado, Rusia anunció ayer que sus fuerzas destruyeron la pasada noche 14 objetivos militares ucranianos, entre ellos dos puestos de mando, dos lanzaderas de misiles antiaéreos, dos arsenales de artillería, tres depósitos de combustible y seis fortificaciones.
Además, “los medios rusos de defensa antiaérea derribaron seis drones junto a las ciudades de Mikolaiv, Jersón, Kujarovka, Industrialnoye y Velíkoya Novselka”, señaló el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, en el parte diario sobre la marcha de la “operación militar especial” que se desarrolla en Ucrania.
Y en Odesa se registró un nuevo ataque con misiles, el segundo en dos días desde que empezó la invasión rusa, sobre el que también se están evaluando sus consecuencias, anunció Serhiy Bratchuk, portavoz ucraniano de la administración regional militar de la zona en su Facebook.
Las fuerzas rusas se reorganizan y centran su ofensiva en la región de Donbás, en el este de Ucrania, según el último parte de inteligencia del Reino Unido divulgado ayer.
Las tropas rusas, incluidos los mercenarios de la compañía militar privada Wagner vinculada al estado ruso, están siendo trasladadas al área, añade la información que ha sido facilitada por el Ministerio británico de Defensa.
22 ataques diarios. Una media de 22 colegios son objeto de ataques diarios en Ucrania desde el comienzo de la invasión de Rusia hace cinco semanas, alterando la educación de 5,5 millones de niños, según denunció ayer Save The Children.
Al menos 869 centros educativos -un 6% de todas las escuelas- han sido dañados y 83 completamente destrozados, según datos del ministerio ucraniano de Educación y Ciencia citados por esa organización a través de un comunicado.