- El presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Peter Maurer, dijo ayer que “la situación en Mariúpol no debe convertirse en el futuro de Ucrania”, donde se encuentra para evaluar las necesidades humanitarias más urgentes en los centros urbanos que se han convertido en los campos de batalla de la guerra iniciada con la invasión de Rusia.
En la ciudad costera de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, el sufrimiento de los civiles fue particularmente intenso a causa de los constantes bombardeos y el asedio de las fuerzas rusas, que no permiten la entrada segura de alimentos, agua potable o medicamentos para los cientos de miles de personas que se encuentran allí.
Maurer dijo que la devastación que ha observado en su trayecto a Kiev es amplia y recordó a las partes de este conflicto que “incluso sin un cese de las hostilidades se pueden hacer cosas para limitar el sufrimiento de los civiles”.
Su observación inicial apunta a que el impacto humanitario del conflicto es “muy desigual” según la zona de Ucrania de la que se hable y que las crisis se concentran en los centros urbanos atacados y que se encuentran en o cerca de las líneas de combate.
“Hay partes del país donde la infraestructura está funcionando, incluyendo en Kiev, así que la realidad no es la misma en todos sitios”, señaló Maurer desde Kiev.
El jefe del CICR enumeró las prioridades humanitarias en esta guerra, empezando por la evacuación de los civiles de Mariúpol y de otras áreas afectadas, y las garantías de que estarán protegidos de cualquier ataque, al igual que la infraestructura civil.