Las autoridades iraníes han desmentido que la explosión ocurrida este sábado en la ciudad de Natanza tenga nada que ver con sus instalaciones nucleares y han asegurado que no hay daños personales ni materiales por lo ocurrido, que está ya siendo investigado.
Un portavoz militar, Amir-Shahin Taghichani, ha explicado en declaraciones a la televisión pública iraní que se ha realizado una prueba de un sistema de defensa de misiles y que no hay "motivo de preocupación".
La agencia de noticias oficial iraní, IRNA, ha informado citando "fuentes locales informadas" de que la explosión se ha producido en una zona desértica a las afueras de Natanz y de que "no hay conflicto aéreo en la zona".
Otras fuentes citadas por IRNA señalan que se ha lanzado un misil defensivo al cielo para comprobar la eficacia y rapidez de la respuesta a un posible ataque y poner a prueba el sistema de dirección de la defensa antiaérea.
Las labores en Natanz están intrínsecamente relacionadas con el frágil acuerdo nuclear firmado en 2015 entre Irán y la comunidad internacional y se teme un ataque de sabotaje de Israel, que tiene el objetivo declarado de que Irán consiga desarrollar una bomba atómica.