El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, negó este miércoles haber "roto las normas" contra la covid con la celebración de fiestas en la residencia oficial de Downing Street (Londres) en noviembre y diciembre de 2020.
Johnson fue acusado de "doble moral" por la oposición laborista, que, durante la sesión parlamentaria semanal, cuestionó al jefe del Ejecutivo después de que el "Daily Mirror" publicara que hubo al menos dos fiestas con multitud de personas en las dependencias gubernamentales en época de restricciones en el Reino Unido.
Según el periódico, el primer ministro asistió a un "abarrotado" evento de despedida de un ayudante en noviembre del año pasado, cuando el país estaba en su segundo confinamiento.
Parte de su equipo organizó asimismo una fiesta el 18 de diciembre "en una sala pequeña" de Downing Street, ignorando las limitaciones de contacto social vigentes.
"Se siguieron completamente todas las directrices", insistió Johnson, que no negó que hubiera las citadas celebraciones.
El líder laborista, Keir Starmer, antiguo fiscal del Estado, dijo que la "defensa no se sostiene", pues si hubo los festejos, es que se rompieron las normas. "Está tomando a los británicos por tontos", le reprochó.
"Es la misma historia de siempre, una semana detrás de otra defendiendo lo indefendible y rompiendo promesas", declaró el rival de Johnson, que contó con el apoyo de los independentistas escoceses, tercera fuerza en la Cámara de los Comunes.
Starmer lamentó el comportamiento del dirigente "tory": "Sus amiguetes fueron pillados en corruptelas, él trató de salvarles. Downing Street celebra fiestas durante el confinamiento y él dice que 'no hay ningún problema".
En su respuesta, Johnson acusó a Starmer de centrarse en tonterías y estar inmerso "en luchas internas" de su partido mientras el Gobierno conservador "cumple con la gente del país".