El disidente soviético y defensor de los derechos humanos Serguéi Kovaliov, premio Sájarov a la libertad de conciencia en 2009, falleció este lunes a los 91 años, informó su familia.
Primer Defensor del Pueblo de la Rusia postsoviética, Kovaliov fue una de las figuras más destacadas del movimiento en favor de los derechos humanos en la Unión Soviética.
"Fue una de las figuras históricas más brillantes en el período soviético tardío y postsoviético de nuestro país", dijo tras conocer su deceso el senador ruso Anatoli Lukin, ex Defensor del Pueblo, citado por la agencia Interfax.
Agregó que Kovaliov fue "uno de los líderes espirituales del movimiento soviético de defensa de los derechos humanos (...) y uno de los grandes estadistas de la nueva Rusia postsoviética".
Biofísico de profesión, en 1968 se convirtió en un activo participante del movimiento de defensa de los derechos humanos y en 1975 fue condenado a 7 años de prisión más 3 años de destierro tras ser declarado culpable de "agitación y propaganda antisoviética", pena que cumplió íntegramente.
"No puedo seguir trabajando con un presidente al que no considero partidario de la democracia ni tampoco garante de los derechos y libertades de los ciudadanos de mi país", escribió Kovaliov en 1996 al entonces presidente ruso, Borís Yeltsin, al renunciar a la Comisión de Derechos Humanos adjunta al Kremlin.
Un año antes había sido cesado de su cargo de Defensor de los Derechos Humanos por su oposición a la guerra de Chechenia.
En el año 2000 respaldó la candidatura presidencial del líder del partido liberal Yábloko, Grigori Yavlinski, y se pronunció categóricamente contra la de Vladímir Putin, propuesta por Yeltsin.
Según declaró entonces Kovaliov, la candidatura de Putin, en el poder hasta el día de hoy, era un vector que apuntaba a la "edificación de un Estado policial autoritario".