- Las quejas del presidente afgano, Ashraf Ghani, llegaron en pleno asedio a tres importantes capitales provinciales por parte de los insurgentes, las ciudades de Kandahar, Lashkargah y Herat, situadas en el sur y el oeste del país.
En la provincia occidental de Herat, donde los combates se intensificaron en las últimas 24 horas, las fuerzas de seguridad planteaban lanzar una operación para despejar “los barrios más vulnerables” de la capital homónima y otros distritos adyacentes, desveló a Efe el portavoz del gobernador provincial, Jailani Farhad. El portavoz pidió a los civiles que no salgan de sus casas y celebró que aunque el domingo por la noche los talibanes estuvieron cerca de entrar en la capital, las fuerzas de seguridad lograron contener su avance, en un contraataque en el que murió un centenar de insurgentes.
Esos combates han obligado a huir a cientos de familias, que han abandonado sus hogares a las afueras de la ciudad para refugiarse en barrios del centro capitalino con la ayuda de familiares u ocupando espacios vacíos.
Los combates también continuaban en el interior de Lashkargah, capital de la provincia meridional de Helmand, donde los talibanes atacaron la principal prisión de la ciudad; aunque las fuerzas afganas lograron hacer retroceder a los insurgentes. “En un contraataque, las fuerzas afganas mataron a 40 combatientes e hirieron a otros dos antes de hacerlos retroceder”, anunció ayer el Ministerio de Defensa afgano en un comunicado.
Asimismo, dos distritos de Lashkargah estaban bajo el control de los talibanes y había enfrentamientos en otros tres distritos de la misma ciudad.