- Cientos de personas se congregaron ayer en Chile, en diversos puntos de la capital, en la antesala de la ceremonia que inauguró el proceso de redacción de una nueva Constitución que sustituirá a la actual, redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet.
En un ambiente festivo y convocadas por diferentes colectivos, representantes de sectores profesionales, indígenas, estudiantes y personalidades políticas se reunieron para reivindicar que se incluyan sus demandas en el proceso constitucional y para acompañar a los 155 constituyentes que tomaron posesión.
Sin incidentes, aunque desafiando las restricciones impuestas por la covid-19, que tienen en cuarentena a toda la capital los fines de semana, tuvo lugar una caminata desde la plaza Italia, el epicentro de las protestas sociales en Santiago, hasta la sede del antiguo Congreso, donde se reunió la constituyente.
La más multitudinaria fue la convocatoria de la Lista del Pueblo, un pacto de independientes de izquierda que irrumpió con fuerza en las elecciones constituyentes y que entonó la canción protesta El derecho de vivir en paz para homenajear a las víctimas de la crisis social que comenzó en 2019, que dejó una treintena de muertos y miles de heridos en Chile. “No quería perderme un momento histórico como este para Chile. Por primera vez en 200 años el pueblo podrá decir lo que quiere. Esto es una esperanza”, afirmó Silvia Fernández, una mujer de 67 años que acudió a la marcha.
La cita dio por inaugurada la redacción de la nueva Constitución y fue la primera reunión oficial de los 155 miembros de la convención, el primer órgano constituyente paritario del mundo, conformado por 48 ciudadanos independientes la fuerza mayoritariay 17 representantes de pueblos originarios. “Esta es una maravillosa oportunidad para el país. Nosotros la redactaremos, pero quien aprobará la nueva Constitución será la ciudadanía”, indicó el abogado Agustín Squella, uno de los constituyentes independientes.
También dejaron su huella en la antesala de la instalación de la convención diferentes grupos representantes de etnias indígenas que llevaron a cabo, temprano en la madrugada, ceremonias para acompañar y celebrar el proceso. Miembros del pueblo mapuche, la etnia más numerosa, realizaron un recorrido desde el céntrico cerro Huelén, los dos constituyentes del pueblo quechua encabezaron un ritual en una céntrica plaza de Santiago y representantes del pueblo aymara se reunieron en el exterior del Palacio Pereira.