- Los ministros de Defensa de la OTAN han decidido ampliar la misión de adiestramiento en Irak y aumentar su presencia hasta los 4.000 efectivos, lo que supondrá un “incremento sustancial” con respecto a los 500 militares actuales.
Así lo confirmó ayer el secretario general, Jens Stoltenberg, tras la reunión de ministros aliados que ha dio seguimiento a la decisión adoptada hace un año y que, debido a la inestabilidad en la región y las dificultades derivadas del coronavirus, se encontraba en punto muerto.
“Hemos decidido expandir la misión de entrenamiento en Irak para apoyar a las fuerzas iraquíes en la lucha contra el terrorismo y asegurar que Estado Islámico no regresa”, aseguró el político noruego.
Aunque señaló que la Alianza irá “paso a paso”, indicó que la idea es pasar gradualmente de los 500 efectivos actuales a unos 4.000 y aumentar la presencia geográfica en Irak. “Las actividades de entrenamiento incluirán más instituciones iraquíes y áreas más allá de Bagdad”, explicó.
Stoltenberg vinculó la ampliación de la misión al objetivo de mantener la estabilidad del país, ante los últimos ataques, y evitar la vuelta de Estado Islámico. “La prevención es más importante que la intervención”, sintetizó, reiterando que la OTAN apuesta por entrenar a fuerzas locales para que sean capaces de garantizar la propia seguridad.
Stoltenberg recordó que el propio Gobierno iraquí solicitó la misión y que esta se lleva a cabo “con total respeto por la soberanía y la integridad territorial” del Estado.
Esta misma semana, el secretario general aliado habló por teléfono con el primer ministro iraquí, Mustafa Al-Kadhimi, sobre la misión y ambos discutieron los medios para fortalecer la cooperación, sobre todo el suministro de apoyo para las instituciones de seguridad y militares de Irak en las áreas de entrenamiento.