- El Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas adoptó ayer una resolución de mínimos que reclama a Birmania la liberación de su consejera de Estado Aung San Suu Kyi, pero la división en el organismo impidió una condena firme del golpe o que responsables de derechos humanos de la ONU lo sigan de cerca.
El documento, que fue adoptado sin necesidad de votación por el Consejo, formado por 47 gobiernos, “deplora” la supresión del Gobierno elegido tras los comicios del 8 de noviembre, aunque evita referirse a él como “elegido democráticamente”, como señalaba el borrador inicial sugerido por la Unión Europea y Reino Unido.
La respuesta de EEUU al golpe de Estado de Birmania ha sido inmediata: sanciones a los militares que ejecutaron el levantamiento. La UE podría ir detrás, mientras aumentan las llamadas a efectivos boicots contra los intereses de los uniformados.
De manera inesperada, el poderoso Ejército birmano dio el pasado 1 de febrero un golpe de Estado y detuvo a parte del Gobierno, entre ellos a la popular líder electa y Premio Nobel de Paz, Aung San Suu Kyi, lo que acabó con la frágil transición la democracia del país asiático.
Las multitudinarias protestas evidencian la oposición al levantamiento de los militares, que ya gobernaron con puño de hierro en birmania de 1962 a 2011.