- El Partido Republicano inicia este próximo 20 de enero una nueva etapa en la que tendrá que lidiar con las consecuencias del mandato de Trump, culminación de la tendencia populista que ha absorbido al partido durante los últimos ocho años y que ha desembocado en una crisis ideológica dentro de la formación, dividida entre su veterano sector conservador y una nueva ola de representantes nacida al amparo de los márgenes de la política, profundamente antisistema y representante de un amplio sector de devotos del magnate. El momento idóneo para calibrar este cisma tendrá lugar en la futura votación en el Senado sobre el juicio político contra Trump.

A nivel federal, las miradas están puestas en el líder republicano en el Senado y a todos los efectos líder de la formación, Mitch McConnell. El político afronta el ocaso de su carrera con la inesperada responsabilidad de abanderar la nueva era del partido. Durante los últimos días, McConnell ha hecho un verdadero ejercicio de equilibrismo para contentar a todas las partes. Tras apaciguar al sector radical del partido Republicano al impedir la votación exprés en el Senado del juicio a Trump, fuentes próximas deslizaron a la cadena CNN que concederá a los diputados la oportunidad de romper la disciplina de voto y opinar en conciencia sobre la inhabilitación de Trump. Asimismo, McConnell ha iniciado una ronda de contactos con donantes del partido para ratificarles que los republicanos cooperarán con la inminente Administración Biden en un acto de consolidación de los principios democráticos.

Esta línea de actuación se enturbia a nivel local, donde cada representante y senador deberá decidir por sí mismo cómo relacionarse con los defensores de Trump bajo la certeza de que este grupo no va a desaparecer tras el 20 de enero. Además, todos ellos son conscientes de que ahora comparten bancada con compañeros procedentes del caldo de cultivo que Trump ha alimentado durante los últimos años. Frente a ellos se encuentra un sector moderado que tienen intención de votar contra Trump. Entre ambos extremos, existe un amplio sector repleto de dudas.