- El envío de agentes federales por parte del presidente estadounidense, Donald Trump, para combatir la violencia en varias ciudades del país, entre ellas Chicago, ha generado numerosas críticas por ser considerado un “truco político”, ya que se centra en localidades gobernadas por demócratas.
Los primeros agentes federales se desplegarán en Chicago y Albuquerque (Nuevo México), pero la Casa Blanca apuntó hoy que a estas ciudades se sumarán otras como Detroit y Cleveland en las próximas semanas. La medida ha sido bautizada como Operación Legend en honor de LeGend Taliferro, un niño de cuatro años muerto por disparos en Kansas City en junio.
“En las últimas semanas, ha habido un movimiento radical para quitar fondos, desmantelar y disolver nuestros departamentos de policía. Políticos extremistas se han unido a esta cruzada antipolicial y han vilipendiado sin descanso a los héroes de las fuerzas de seguridad”, declaró Trump.
La decisión del mandatario se produce en medio del rechazo de las autoridades locales, quienes han criticado el envío de agentes federales y lo han considerado una intromisión. “Si esto no fuese un truco, estos políticos apoyarían los esfuerzos constitucionales para luchar contra el crimen, no convertir Albuquerque en un estado controlado por la policía federal”, replicó el alcalde Tim Keller. Por su parte, la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, también demócrata, criticó al presidente Trump, a quien acusó “de tratar de desviar la atención de su fracasado liderazgo en el covid”.
Según datos de la Policía, once personas murieron y otras 59 resultaron heridas de bala durante el pasado fin de semana en Chicago, ciudad con más de 400 homicidios en 2020. Trump no mencionó, sin embargo, el caso de Portland (Oregón), donde agentes federales del Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias se han desplazado con el argumento de que se les necesita para contener unas protestas contra el racismo que ya duran más de 50 días. Este miércoles, su alcalde, el demócrata Ted Wheeler, se unió a los protestantes y acabó inhalando gases lacrimógenos lanzados por las fuerzas federales.
“Si lanzan gas contra vosotros, lo hacen contra mí”, aseguró. Sin embargo, las imágenes muestran cómo el propio Wheeler era criticado por los manifestantes, quienes reprochaban que el alcalde solo se uniese cuando aparecieron las cámaras de televisión, y exigieron también su dimisión. Hoy Trump se mofó de lo sucedido al subrayar cómo “el alcalde de la Izquierda Radical de Portland fue abucheado e increpado por los agitadores y anarquistas”.
La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) de Oregón esta semana denunció en un comunicado las irregularidades vistas en vídeos donde agentes federales con uniformes de combate detenían a la gente que protestaba en la calle, incluso sin estar cerca de propiedades federales, lo que ha aumentado las preocupaciones sobre la presencia de los oficiales en Portland.
La Cámara Baja, en contra. La Cámara de Representantes de EEUU, controlada por la oposición demócrata, aprobó el miércoles un proyecto de ley que busca revocar el veto migratorio de Donald Trump contra refugiados y ciudadanos de países de mayoría musulmana. El proyecto propone acabar con el veto actual e impedir que la Administración de Trump introduzca nuevas restricciones sin presentar ninguna justificación y sin consultarlo con el Congreso.