Los espectáculos de lucha libre, los dispensarios de marihuana recreativa, las tiendas de armas o el golf son algunas de las excepciones más sonadas a las medidas de confinamiento y cierre de actividades en algunos estados de EE.UU. en el combate a la expansión de la COVID-19.
En un país en el que, según el recuento de la Universidad Hopkins, ya se han confirmado 672.246 contagios y 33.325 fallecidos por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, los gobiernos locales no coinciden en qué es y qué no es un negocio o una actividad esencial, dando lugar a excepciones algo sorprendentes.
EL VIRUS NO TUMBA A LA LUCHA LIBRE
El gobierno estatal de Florida confirmó esa semana que la famosa competición de lucha libre World Wrestling Entertainment (WWE) es considerada como un "servicio social" en el estado, por lo que los cuadriláteros de la región seguirán acogiendo peleas, aunque sin público, que se emitirán en televisión.
Ron DeSantis, gobernador del estado, defendía esta decisión bajo el argumento de que "ahora es más importante que nunca proporcionar diversión a la gente".
Sin embargo, esta medida ha generado grandes críticas entre parte de los aficionados y la comunidad, que acusaron tanto a la WWE y a su presidente ejecutivo, Vincent McMahon, como a los dirigentes estatales de ser unos desvergonzados.
LA MARIHUANA, UN PRODUCTO ESENCIAL
Ya sea por motivos médicos y terapéuticos o por fines recreativos, en la mayoría de los estados del país en los que la marihuana es legal, los dispensarios de productos relacionados con el cannabis permanecen abiertos.
Este es el caso de estados como California, Washington o Colorado, en los que las autoridades locales han considerado como un negocio esencial estos comercios.
Además, según el Marijuana Business Daily, una publicación especializada en el sector, al menos 19 estados siguen permitiendo la venta de esta droga a pacientes que la requieran por prescripción médica.
ARMADOS CONTRA EL CORONAVIRUS
Los ciudadanos estadounidenses que se despierten pensando que la lucha contra el COVID-19 requiere un arma no tendrán ningún problema para aumentar su arsenal si viven en uno de los 43 estados de EE.UU. en los que todavía permanecen abiertas las tiendas de armamento.
El 28 de marzo, estos comercios fueron declarados como negocios esenciales por la Administración del presidente Donald Trump en un documento de la Agencia de Ciberseguridad e Infraestructuras, junto a hospitales, farmacias, tiendas de alimentos y de otros productos básicos.
El texto también consideraba necesario mantener abiertas las galerías de tiro y las fábricas de armamento.
Según datos de la Asociación Nacional del Rifle (NRA), el principal grupo de presión a favor de la libre venta de armas en el país, estas tiendas permanecen abiertas sin condiciones en 43 de los 50 estados, mientras que solo en Nueva York, Nuevo México y Massachusetts no pueden abrir; y en otros, como California, la decisión depende de los ayuntamientos o los condados o bien la norma es algo laxa.
De hecho, desde mediados de marzo, al surgir las primeras órdenes de confinamiento y cierres de actividades no esenciales, las ventas de armas, tanto en armerías como por Internet, se dispararon en el país, algo que fue atribuído al temor a que la pandemia derivase en caos, saqueos o descontrol social.
SOL, GOLF Y PLAYA, TAMBIÉN ESENCIALES
El golf no es un deporte de contacto, que se practica al aire libre y en el que es fácil mantener una distancia suficiente con otros jugadores. Quizá por eso es que en la mayoría de EE.UU. los campos de gol permanecen también abiertos.
Según los datos recogidos por la Fundación Nacional de Golf (NGF), solo catorce estados han obligado a cerrar las instalaciones donde practicar este deporte, sin que en el resto se haya puesto ningún tipo de restricciones en este sentido.
Otra de las excepciones más sonadas se da en Georgia, donde el gobernador republicano Brian Kemp declaró que las playas permanecerían abiertas para que los ciudadanos pudieran hacer ejercicio manteniendo la "distancia social".
Un poco más al sur, en Florida, también el alcalde de Jacksonville abría hoy las playas del condado en el que se encuentra la ciudad, aunque con algunas restricciones.