- El presidente de Israel, Reuven Rivlin, rechazó ayer la prórroga solicitada por el líder del partido Azul y Blanco, el ex jefe del Estado Mayor Benny Gantz, para formar gobierno en el país tras recibir el apoyo de la mayoría del Parlamento israelí. Gantz había pedido dos semanas más de negociaciones debido a la pandemia del coronavirus y a la festividad de la Pascua como los principales causantes el retraso de las conversaciones, que en principio expiraban hoy.
Minutos después de que el presidente Rivlin, rechazase conceder a Gantz una prórroga del plazo para formar gobierno, el Likud de Benjamín Netanyahu pidió que se le entregue a este el mandato para intentarlo. "El movimiento Likud pide de nuevo al presidente Rivlin que transfiera el mandato al primer ministro Netanyahu, líder del partido más representado en la Knéset y con 59 recomendaciones (de 120)", señaló el partido en un comunicado. El conservador Likud considera coherente tomar este rumbo, puesto que supondría que la Presidencia haga "lo que se hizo después de las pasadas elecciones en septiembre, cuando transfirió el mandato del primer ministro Netanyahu al diputado Gantz".
Rivlin rechazó prolongar a Gantz los 28 días que ha tenido para las negociaciones de formación del Ejecutivo, llevadas a cabo con el Likud para arribar a un gobierno de unidad, pero que aún no han llegado a buen puerto. Rivlin señaló en el comunicado de rechazo que, en vez de entregar el mandato a otro líder político, devolvería el asunto al Parlamento, que tendría 21 días para remitir el encargo a cualquier diputado al que considere con posibilidades de montar un Ejecutivo que reciba la aprobación de una mayoría simple de 61 de los 120 legisladores.
El encargo, de este modo, podría llegar finalmente a Netanyahu, aunque no se lo entregue directamente el presidente. Sin embargo, todo apunta a que tendría que salvar antes un escollo, puesto que ayer se presentó ante el Tribunal Supremo una petición para impedir que un diputado acusado formalmente de delitos pueda recibir el encargo de formar gabinete, informó el digital Times of Israel.
La ley israelí obliga a dimitir a un ministro encausado, pero no así a un primer ministro, y no hace referencias a la posibilidad de que un acusado tenga la oportunidad de formar gobierno. Netanyahu está acusado de tres cargos de corrupción y su juicio debería haber comenzado el pasado mes de marzo, pero a causa del coronavirus, el Ministerio de Justicia, en manos del Likud, pospuso la vista hasta mayo.