Ginebra - La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró ayer la emergencia internacional ante el rápido aumento de los pacientes afectados por el coronavirus de Wuhan, ya más de 8.000 en dieciocho países, aunque el 99% de los casos se han diagnosticado dentro de China. Un comité de emergencia de 15 expertos, convocado por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró esta alerta, que había descartado hace una semana, tras la aparición de varios contagios entre personas en países como Alemania, Japón, Estados Unidos o Vietnam, en pacientes que no habían viajado recientemente a China. "Declaramos esta alerta no por lo que está ocurriendo dentro de China sino por la situación en otros países, y porque (el coronavirus) podría extenderse a lugares con sistemas sanitarios más débiles", declaró Tedros en rueda de prensa, al anunciar la declaración de emergencia internacional.
La alerta mundial "no significa que desconfiemos de China: al contrario, creemos en la plena capacidad de ese país para combatir esta emergencia", aseguró el director general, quien esta semana viajó a Pekín y se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, para analizar el avance de la epidemia.
Tedros señaló que la emergencia internacional no supone necesariamente límites al transporte o el comercio con China.
"es el momento de la solidaridad" La declaración, subrayó el director general de la OMS, busca un mayor apoyo a los países menos desarrollados y con sistemas de salud insuficientes para detener posibles casos, y también una llamada a que la comunidad internacional acelere la investigación en tratamientos y vacunas. También se busca con la alerta "combatir los rumores y la desinformación", indicó Tedros, quien aseguró que "es el momento de la solidaridad, no del estigma" hacia China.
Es la sexta ocasión en que la OMS declara este tipo de emergencia global, tras las que activó ante el brote de gripe H1N1 (2009), los de ébola en África Occidental (2014) y en la República Democrática del Congo (2019), el de polio en 2014 y el del virus de Zika en 2016.
Después de la decisión de la OMS, el anuncio de Rusia de que va a cerrar sus más de cuatro mil kilómetros de frontera oriental con China es el giro más dramático registrado ayer para prevenir la propagación del coronavirus, el agente infeccioso que tiene a medio globo en vilo. Desde Ginebra, la OMS ya han advertido de que el virus 2019-nCoV es de alto riesgo global en la medida en que han aparecido casos de contagio, de mayor o menor gravedad, en varios países y a personas que no necesariamente han pasado por la localidad de origen.
En Tokio, el Gobierno japonés ya ha movilizado dos aviones para evacuar a más de cuatrocientos de sus nacionales procedentes de Wuhan, la ciudad origen del virus.
Como ya hizo la británica British Airways, la aerolínea francesa Air France anunció ayer la anulación de todos sus vuelos regulares a China hasta el próximo 9 de febrero, aunque precisó en un comunicado que cubrirá "vuelos especiales" desde y hacia Shangai y Pekín para garantizar la vuelta de sus clientes y empleados.
Francia, donde hay cinco casos confirmados, fletó dos aviones para repatriar a sus nacionales en Wuhan esta semana. La epidemia del coronavirus se ha extendido, de momento, en otro países, como la India, Vietnam y Filipinas, cuyos gobiernos han confirmado un grupo limitado de casos.
El brote de neumonía causada por un nuevo coronavirus ya ha dejado al menos 170 muertos y un total de 7.711 casos en China, la mayoría de ellos en la provincia de Hubei, cuya capital, Wuhan, cumple una semana cerrada tras la decisión de las autoridades para tratar de contener la enfermedad. Hasta el momento, Hubei acumula el 60% de los casos confirmados y el 95% de los decesos.
El gran aumento en el número de casos confirmados (casi el cuádruple que a principios de semana) se debe, según expertos citados por la prensa oficial, a la fuerte capacidad de transmisión entre humanos del virus y también a que ahora se pueden llevar a cabo hasta diez veces más pruebas de la enfermedad que al principio del brote porque no es necesario enviar las muestras a Pekín. Y, aunque no sea una muerte directa por el coronavirus, el diario hongkonés South China Morning Post informaba también ayer del fallecimiento de un joven de 17 años en una zona rural de Hubei que padecía una discapacidad que le impedía alimentarse por sí mismo, y cuyo padre, que le cuidaba, estaba hospitalizado con síntomas de esta neumonía vírica.
Uno de los principales problemas a los que se enfrenta Hubei es, tal y como reconoció su gobernador, Wang Xiaodong, la "grave escasez" de suministros médicos para combatir al coronavirus.
Según un trabajador de un hospital de la ciudad de Huanggang -de 7,5 millones de habitantes y también en cuarentena-, algunos médicos se ven obligados a vestir chubasqueros porque no hay suficientes trajes de protección ni mascarillas y es muy difícil conseguirlas. Las autoridades nacionales son conscientes de este problema, como muestra el hecho de que el primer ministro, Li Keqiang, lo situase como una de las prioridades en la lucha contra esta neumonía vírica. - Efe
Pruebas negativas. Las pruebas iniciales a la pasajera del crucero que se encuentra en cuarentena en un puerto cercano a Roma con 6.500 personas a bordo resultaron negativas, según fuentes del Ministerio de Salud italiano. Los turistas quedaron atrapados a bordo del buque 'Costa Esmeralda' en el puerto de Civitavecchia, a unos 80 kilómetros al noroeste de la capital italiana, durante más de ocho horas después de que se sospechara que una pasajera de Macao estaba infectada con el coronavirus.
Síntomas parecidos "Los primeros resultados parecen negativos, pero esperemos los resultados definitivos", señaló un funcionario de prensa del Ministerio de Salud italiano, confirmando las informaciones de los medios de comunicación. "Las autoridades de salud pública están verificando la situación", dijo un portavoz del operador de cruceros Costa Crociere. La mujer de 54 años y su acompañante de viaje fueron aislados de todos los demás pasajeros. Según los informes, la mujer tenía fiebre y otros síntomas parecidos a los de la gripe.