Tucson - La segunda muerte en menos de un mes de un niño guatemalteco mientras se encontraba bajo custodia de la Patrulla Fronteriza ha causado conmoción y preocupación entre activistas y políticos de EEUU que demandan que cese la detención de familias migrantes.
El niño, Felipe Alonso Gómez, de ocho años de edad, murió el 25 de diciembre, día de Navidad, en el hospital Gerald Campion Regional en Nuevo México. “¿Cuantos niños tienen que morir para que pongan un alto a esta situación? No es normal lo que está pasando, no es normal que niños mueran, no es normal que tengamos niños encarcelados” en establecimientos a los que, “aunque el Gobierno les llame albergue’, sabemos que son cárceles”, afirma Isabel García, directora de la Coalición de los Derechos Humanos de Arizona.
Según la información de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el menor fue llevado al hospital el lunes después de que un agente fronterizo notase que estaba enfermo y allí se le diagnosticó un resfriado común y se le dio medicación. Ese mismo día el niño comenzó a vomitar y lo llevaron de regreso a un hospital, pero murió horas después, el día 25, indicó el CBP.
Se desconoce aun la causa oficial de la muerte del menor, que había sido detenido junto con su padre el 18 de diciembre, a menos de cinco kilómetros al oeste del puerto de entrada en El Paso, Texas. El 22 de diciembre ambos fueron enviados a la estación de Alamogordo, en Nuevo México.
La muerte de Gómez sigue a la de la niña guatemalteca Jakelin Caal Maquin, de siete años, que falleció a comienzos de este mes, poco después de cruzar la frontera de manera ilegal a través de Nuevo México.
“Es inconcebible que nos veamos obligados a llorar otra vida joven y vibrante mientras estaba bajo custodia de CBP. La muerte de Felipe, así como la muerte de Jakelin son tragedias horribles que resultan de la insensible militarización de nuestra frontera”, dijo a Efe Vicki B. Gaubeca, directora de la Coalición de Comunidades de la Frontera Suroeste.
En los últimos meses la Patrulla Fronteriza ha reportado grandes grupos de inmigrantes indocumentados, especialmente centroamericanos, que cruzan la frontera de manera ilegal y se entregan voluntariamente a la Patrulla Fronteriza para solicitar asilo político.
Esa fuerza ha detenido en los dos últimos meses a 139.817 migrantes indocumentados a lo largo de la frontera con México, lo que supone un incremento del 86% si se compara con las 74.946 detenciones realizadas durante el mismo periodo durante 2018.
Detenciones En esos dos meses se ha detenido a 68.510 unidades familiares y a 13.918 menores no acompañados. “Debemos asegurarnos de que tratamos a los migrantes y solicitantes de asilo con dignidad humana y que brindemos la atención médica necesaria a cualquier persona bajo la custodia del gobierno de los Estados Unidos”, dijo Joaquín Castro, congresista de Texas y presidente electo del Caucus Hispano Congresional en un comunicado de prensa. “El Congreso debería investigar esta tragedia al regreso de la sesión legislativa”, dijo Castro.
A este llamamiento se unió la congresista electa de Nuevo México Xochitl Torres Small, quien calificó como “inaceptable” la muerte de niños bajo la custodia de los EEUU. “Necesitamos recursos médicos, personal, así como instalaciones seguras a lo largo de nuestra frontera, ahora. Se mueren niños bajo la custodia de los Estados Unidos y eso es inaceptable. Tiene que parar ahora”, subrayó. - María León