Seúl - Los líderes de ambas Coreas pusieron ayer punto final a su cumbre en el Norte escenificando de nuevo su paulatino acercamiento, el cual ha sido fundamental para que EEUU y el régimen de Pyonyang quieran retomar ya el diálogo sobre desnuclearización. El presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el líder norteño, Kim Jong-un, ascendieron ayer al monte Paektu, el pico más alto de la península coreana situado en la frontera con China y considerado símbolo nacional a un lado y otro del paralelo 38. Este volcán inactivo, que según el folclore es el lugar donde nació el pueblo coreano, es punto obligado de peregrinación pese a que la inmensa mayoría de surcoreanos -que tienen prohibido entrar en Corea del Norte al estar los dos países en guerra- están obligados a viajar a China para ascender por su falda septentrional. Precisamente Moon, sureño hijo de refugiados norcoreanos que huían de la guerra, le había comentado a Kim que pese a haber tenido muchas veces la oportunidad de subir por el lado chino de la montaña siempre lo había descartado con la esperanza de poder coronarla algún día ascendiendo por la falda norcoreana. Dicho y hecho: Kim invitó a Moon y su delegación a la cumbre del Paektu, y tras viajar en jet desde Pionyang, ambos líderes acabaron retratándose sonrientes y levantado sus manos entrelazadas frente al Chonji, el idílico lago que hay en el cráter del volcán.
La instantánea sirve como perfecto resumen para lo que ha sido esta cumbre de tres días, que se ha saldado con una declaración conjunta en la que Corea del Norte dice estar dispuesta a desmantelar más instalaciones de su programa nuclear a cambio de que EEUU implemente lo acordado en la cumbre de Singapur de junio. Es un nuevo gesto en favor del desarme por parte de Pyonyang, que pide a su vez a la Casa Blanca avances en la firma de un tratado de paz que ponga fin al estado de guerra que aún pesa sobre la península desde la Guerra de Corea (1950-1953) y que le sirva como garantía de supervivencia.
Tanto el presidente estadounidense, Donald Trump, como el secretario de Estado, Mike Pompeo, han recibido positivamente el resultado de la cumbre y han dicho que Washington ya está buscando reiniciar el estancado diálogo con Pyonyang sobre su total desnuclearización.