Bruselas - Dieciséis jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea celebran hoy domingo en Bruselas una cumbre informal sobre inmigración para buscar puntos de consenso de cara al consejo de los Veintiocho de la semana próxima, en el que se abordará una cuestión que divide profundamente a los países. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, convocó el encuentro a petición de la canciller alemana, Angela Merkel, que para salvar su Gobierno de coalición necesita ofrecer soluciones al líder del ala bávara de su partido y ministro de Interior, Horst Seehofer, que demanda más mano dura en política migratoria. Está previsto que a la reunión asistan los líderes de Alemania, Francia, España, Italia, Grecia, Austria, Bulgaria, Malta, Bélgica, Holanda, Croacia, Eslovenia, Dinamarca, Finlandia, Suecia y Luxemburgo.

Merkel quiere frenar la “migración secundaria”, por la que los demandantes de asilo que llegan a las costas Mediterráneas se dirigen luego a Alemania -que recibió casi 1,2 millones de solicitudes en 2015 y 2016- u otros países del norte para solicitar protección. Así se recoge en una declaración firmada esta semana con el presidente francés, Emmanuel Macron, en la que también abogan por reforzar el control de las fronteras exteriores de la UE.

La canciller, que ha defendido una política de acogida de refugiados, buscará posibles acuerdos bilaterales o multilaterales para evitar las soluciones unilaterales con que amenaza Seehofer.

En el lado opuesto está Italia, principal punto de entrada de quienes atraviesan el Mediterráneo (120.000 inmigrantes llegaron al país en 2017), que recrimina a sus socios europeos la falta de apoyo durante años y que no hayan cumplido con las cuotas de acogida de refugiados.

Roma pide que se reforme el reglamento de Dublín, que exige que se solicite el asilo en el país de llegada y este se haga cargo después de los demandantes.

El nuevo Gobierno italiano y en particular su vicepresidente, el líder de la Liga, Matteo Salvini, ha intensificado en las últimas semanas su ofensiva y amenazado con no dejar desembarcar más barcos, tras no acoger al Aquarius, que con 630 inmigrantes a bordo fue recibido por España.

Salvini aconsejó al primer ministro italiano, Giuseppe Conte, no acudir a la cumbre informal si Alemania y Francia llevaban un acuerdo escrito de antemano, pero Berlín le aseguró que no sería así.

Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, acudirá a la que será su primera reunión de líderes de la UE tras entrevistarse ayer con Macron en París para abordar la cuestión.

Los países de Visegrado -Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia- anunciaron que no acudirán. Estos se niegan a aplicar el sistema de cuotas de reparto de refugiados, piden mayor control de las fronteras exteriores y crear centros de acogida fuera de la Unión Europea. - Efe