PARÍS. "A Europa le ha faltado eficacia y solidaridad. Ha llegado el momento de una reforma en profundidad para responder al desafío migratorio", señaló Macron en una rueda de prensa tras reunirse con Conte.
El italiano, por su lado, llamó a crear centros europeos para identificar a los demandantes de asilo en los países de origen y de paso para controlar el flujo de inmigrantes sobre el terreno.
Para Macron, la reforma que debe acometer la Unión Europea pasa en un primer lugar por "reforzar el trabajo, en asociación con los Estados miembros, hacia los otros países del Mediterráneo, especialmente en la orilla sur".
En ese sentido, instó a "tomar iniciativas nuevas" en una misión en la que Francia e Italia "deben asociarse con España y Alemania".
A continuación, juzgó, se debe reforzar el sistema de protección de las fronteras exteriores de la UE, el Frontex, con una "inversión netamente superior", "realinear" las reglas del derecho de asilo en el espacio Schengen y "articular la responsabilidad de los países", ya que el actual sistema de Dublín "ya no es operativo".
Pese a todo, quiso matizar que "se han dicho muchas falsedades" sobre la acogida de inmigrantes y demandantes de asilo y aseguró que en este primer semestre de año la llegada de inmigrantes desde África a Italia ha caído un 77 % respecto al año pasado, y que su país ha recibido más demandas de asilo que Italia.
Conte - que estuvo a punto de cancelar su entrevista con Macron tras la crisis diplomática desatada por las acusaciones de "cinismo" e "irresponsabilidad" a Roma por la gestión del barco Aquarius- destacó que "ha llegado el momento de pasar la página" y comenzar una nueva estrategia migratoria a nivel comunitario.
"Italia está en contra de la proposición actual de reforma de las reglas de Dublín y prepara la suya para compartirla con Francia y los socios europeos y que pueda ser aprobada bajo la presidencia de turno de Austria", dijo.
Para Conte, "hace falta un cambio de paradigma total" que consista en "prevenir los viajes de la muerte" a través de la creación de cetros europeos en los países de origen y tránsito para identificar a los candidatos al estatus de refugiado.
También abogó por cambiar "el concepto de Estado de primera llegada", que obliga al país por el que entran los inmigrantes a tramitar sus demandas de asilo.