SINGAPUR. "Mucha gente en todo el mundo pensará que esto es algún tipo de fantasía de una película de ciencia ficción", dijo el mariscal norcoreano al mandatario republicano durante un breve paseo en el hotel Capella en la isla de Sentosa, según las palabras de su traductor captadas por las cámaras presentes en el encuentro.
Kim podría haberse referido así al carácter histórico e inesperado del encuentro entre ambos líderes, que apenas hace un año intercambiaban insultos y amenazas durante una fase de máxima tensión entre Pyongyang y Washington.
El líder supremo norcoreano también recordó la tradicional hostilidad entre ambos países y las dificultades atravesadas hasta celebrar el encuentro, durante un cara a cara que mantuvieron ambos mandatarios al inicio de la cumbre.
"No ha sido fácil llegar hasta aquí. Las viejas malas prácticas y los prejuicios han tapado nuestros ojos y oídos y han obstaculizado nuestro camino, pero hemos logrado superar todo eso para llegar hasta aquí", comentó Kim en coreano.
La cumbre en Singapur, cuyo objetivo es tratar la posible desnuclearización de Pyongyang, es la primera entre mandatarios de ambos países tras casi 70 años de confrontación a raíz de la Guerra de Corea (1950-1953), y 25 de negociaciones fallidas y tensiones a cuenta del programa atómico norcoreano.