Londres - Dos exministros del Partido Conservador británico pidieron ayer unidad a sus colegas ante la votación la semana próxima del proyecto de ley de Salida de la Unión Europea (UE), que debe trasponer al derecho británico la legislación comunitaria tras el Brexit. La extitular de Interior Amber Rudd, partidaria de la permanencia en el referéndum del 23 de junio de 2016, y el exministro de Trabajo Ian Duncan Smith, pro-Brexit, avisan del riesgo de votar contra la línea gubernamental en 15 enmiendas introducidas por la Cámara de los Lores, en un artículo en el diario conservador The Daily Telegraph.

Rudd y Duncan Smith advierten de que ir en contra de la posición del Gobierno facilitará el camino al líder laborista, Jeremy Corbyn, “que hará cualquier cosa” para tumbar a los tories y “frustrar el proceso del Brexit”. “Nos corresponde mostrar disciplina y unidad en apoyo de la primera ministra”, Theresa May, escriben. “No podemos permitirnos estar divididos y arriesgarnos a perder la oportunidad de poder introducir políticas que transforman vidas”, argumentan.

Según los dos firmantes, “los desacuerdos en el partido no versan sobre si debemos irnos de la UE, sino de cómo hacerlo”, por lo que los conservadores “de cualquier tendencia” deberían apoyar a May en el debate y votación de mañana y el miércoles.

La Cámara de los Comunes, donde los conservadores forman una mayoría con los diez diputados del DUP norirlandés, aprobó en la primera ronda parlamentaria el citado proyecto de ley, pero este fue modificado posteriormente en los Lores, donde hay una mayoría proeuropea. Los Comunes deben revisar ahora las enmiendas planteadas por los pares, que proponen, entre otras cosas, que el país permanezca en la unión aduanera y que el Parlamento pueda pronunciarse sobre lo que sucedería si rechaza el acuerdo que May negocie con Bruselas.

El Ejecutivo, que solo ha aceptado incluir en el texto final una de las enmiendas, confía en contar con el apoyo suficiente para rechazar el resto, pero para ello en los próximos días debe convencer a los posibles diputados rebeldes.

Desde Canadá, donde asistió a la cumbre del G7, May se mostró crítica con los lores, que no son electos, al afirmar que “se han sobrepasado en su función” de solo “revisar” la legislación y han pretendido boicotear el Brexit. El Gobierno de May insiste en que el proyecto de ley de Salida de la UE es “meramente técnico”, para sentar el marco legal después del Brexit, que debe concretarse el 29 de marzo de 2019.

Contactos con Rusia Por otra parte, el empresario británico Arron Banks, que financió la campaña Leave.EU para la salida del Reino Unido de la Unión Europea en el referéndum de 2016, se reunió con representantes del Gobierno ruso en ese periodo, informó ayer The Sunday Times. El dominical asegura haber tenido acceso a unos correos electrónicos que demuestran que el millonario, que también financió al eurófobo partido UKIP, hoy casi extinto, se vio varias veces con el embajador ruso en Londres, Alexander Yakovenko, en encuentros organizados por un espía y hasta ahora desconocidos.

Banks, que anteriormente había admitido una sola “comida, con mucha bebida” con el diplomático en septiembre de 2015, también mantuvo contacto con otros representantes rusos y visitó Moscú durante la campaña del plebiscito.

Durante estos encuentros, en los que a menudo estuvo acompañado por su socio Andy Wigmore, el embajador le ofreció participar en un negocio de seis minas de oro en Rusia, oportunidad que Banks dijo que no aceptó. - Efe