Jerusalén - Un vídeo grabado durante las protestas del viernes en la frontera de Gaza e Israel muestra a un joven palestino desarmado que recibe un disparo por la espalda mientras se aleja de la valla de seguridad. En las imágenes, emitidas ayer por medios locales, se ve cómo Abdel Fatah Abdel Nabi, de 18 años, cae repentinamente al suelo cuando corría cargado con un neumático hacia un grupo de manifestantes. Su nombre aparece en la lista de fallecidos del Ministerio de Salud de Hamás.
“La organización terrorista Hamás ha publicado varios vídeos, algunos muestran solo parte de los incidentes y otros están editados o son completamente inventados”, dijo un portavoz del Ejército israelí. “Durante los violentos sucesos de ayer [por el viernes] las tropas del Ejército israelí se enfrentaron a tiros, intentos de infiltración, daños a la infraestructura de seguridad, bombas incendiarias, piedras y neumáticos en llamas”, agregó, y enfatizó que el Ejército operó de acuerdo a los protocolos, disparando solo cuando necesario. La ONU expresó su temor de que la situación en Gaza continúe deteriorándose en los próximos días y pidió a Israel que sólo utilice la “fuerza letal” como último recurso. Alemanía pedía ayer contención y Suiza apoyaba la creación de una comisión independiente para investigar los hechos violentos en Gaza.
Los palestinos celebraron ayer una jornada de luto nacional por los 15 muertos en Gaza durante los enfrentamientos de la Gran Marcha del Retorno de este viernes, tras cuyo entierro hubo nuevas protestas en las que se contabilizaron 35 heridos por bala, informó el Ministerio de Salud palestino. Después de que el presidente palestino, Mahmud Abbas, llamara a un día de luto y huelga nacional tanto en Cisjordania como en Gaza, los territorios palestinos comenzaron el día silenciosamente, con los comercios e instituciones cerrados en su mayoría, en contraste con la violenta jornada de ayer en la frontera de Gaza. La huelga incluyó al sector comercial, bancos, escuelas, universidades e instituciones públicas.
Por la tarde, miles de personas acudieron en Gaza a los funerales de los 16 palestinos muertos en enfrentamientos con soldados israelíes, que según diferentes organizaciones pro derechos humanos actuaron de forma “ilegal”.
Entre las ONG, el Centro Palestino Por los Derechos Humanos (PCHR, por sus siglas en inglés) condenó el “uso excesivo de la fuerza” por parte del Ejército israelí contra civiles palestinos, achacándolo a una “decisión política oficial” de “desprecio de sus vidas”. También la líder del partido de izquierdas israelí Meretz, Tamar Zandberg, pidió ayer que se investiguen los hechos dado “el gran daño sufrido por los palestinos el viernes en la franja de Gaza y después de los testimonios de tiros contra manifestantes desarmados, incluidas las imágenes de disparos por la espalda”, recogió el diario Yedioth Aharonot.
A media tarde, la tranquilidad que había prevalecido en la frontera durante el día volvió a dar paso a incidentes entre manifestantes y soldados, tras los que Ministerio de Salud palestino reportó 35 heridos de bala. Abbas acusó la pasada noche a Israel de estas muertes, y el primer ministro palestino, Rami Hamdala, exigió en comunicado “que la comunidad internacional establezca el estatus final de las negociaciones”, siendo la más apremiante de ellas el asunto de los refugiados.
Hamdala señaló que la única solución posible es la que se basa en “la resolución de la Asamblea General de la ONU 194 y en establecimiento del estado palestino con Jerusalén este como su capital”. La Gran Marcha del Retorno del viernes se saldó, además con más de 1.400 heridos, según datos del Ministerio de Salud palestino. Durante los enfrentamientos el Ejército israelí usó fuego real, balas recauchutadas y gases lacrimógenos (lanzándolos desde drones) para evitar que los miles de gazatíes se aproximaran a la valla de separación. El Ejército dijo que los manifestantes lanzaron bombas incendiarias y neumáticos en llamas hacia los soldados y que hubo un incidente en el que utilizaron armas de fuego.
La que iba a ser una marcha pacífica, según sus organizadores, que en los últimos días habían colocado grandes tiendas de campaña, con electricidad y servicios a unos 700 metros de la frontera para acoger a una gran cantidad de palestinos, sobre todo mujeres y niños, se convirtió en un campo de batalla en algunas zonas de la frontera. “Nos enfrentamos a una manifestación violenta y terrorista en seis puntos a lo largo de la frontera”, expuso el portavoz del Ejército israelí, Ronen Manelis, y aseguró que el Ejército usó “fuego dirigido” donde había intentos por dañar o vulnerar la valla de seguridad.
La del viernes pretendía ser el comienzo de una serie de manifestaciones que sus organizadores, Hamás el principal, pero apoyado por todas las facciones palestinas, van a promover hasta la emblemática fecha del 15 de mayo, cuando los palestinos celebran la Nakba, o “catástrofe”, en árabe, que supuso la creación del estado de Israel para ellos. Las marchas tienen como objetivo exigir el derecho al retorno de miles de palestinos a las tierras que tuvieron que abandonar o de las que fueron expulsados durante la Guerra de independencia israelí de 1948.
Israel amenaza con aumentar su respuesta si continúan las protestas en la frontera con Gaza para acabar con ellas mas allá de la valla de separación, aseguró ayer a los periodistas el portavoz del Ejército israelí brigadier general Ronen Menelis. “Si Hamás pretende seguir así y convertir la valla en un lugar de eventos violentos diarios hasta el 15 de mayo, no vamos a permitir ese juego de ping-pong, ellos cometiendo actos terroristas camuflados de protestas y nosotros reaccionando: iremos más allá para acabar con la violencia”, dijo a Menelis. - Efe